El Delfín ‘asesino’; Miami luce aplastante

En el arranque de la NFL, el espectáculo está en Miami. A pesar de que apenas es la Semana 3, los Dolphins han puesto a soñar a sus fanáticos con la posibilidad de ser contendientes al Super Bowl, tras formar un equipo que da miedo, liderados por el joven head coach Mike McDaniel y por el quarterback Tua Tagovailoa en el campo.

Hasta el momento, registran un récord sin mancha de 3-0 que los tiene como líderes de la División Este de la Conferencia Americana y ayer humillaron por 70-20 a los Broncos. Fue la mayor cantidad de puntos anotados por un equipo de la liga desde la temporada de 1966. Con este resultado, también le proporcionaron su primer 0-3 al QB Russell Wilson en un inicio de campaña.

Asimismo, se convirtieron en la cuarta franquicia que anota 70 unidades en la historia de la NFL y el tercero en hacerlo en temporada regular. Este número de puntos anotados, también son el mayor puntaje en la historia de la franquicia; su marca previa había sido de 55, en 1977.

La superioridad de los Dolphins en el encuentro ante los Broncos fue tal que al terminar la primera mitad ya tenían 35 puntos en la bolsa. Para el tercer cuarto, llegaron 14 más para un total de 49 y en el último periodo, las estrellas se fueron a descansar a la banca.

“Me sentí como si estuviera persiguiendo puntos y persiguiendo un récord. Eso no es lo que vinimos a hacer al juego. Eso no influye en el resultado general de la temporada.

“Había un récord alcanzable, eso fue genial, pero pensé que el mensaje que enviaría no estaba realmente en línea con mi forma de ver las cosas. Trato de pensar en todas mis decisiones teniendo en cuenta la importancia que tienen”, destacó el entrenador en jefe, McDaniel, quien fue cuestionado por no buscar el récord de 72 puntos de Washington (1966).

Tagovailoa destrozó por aire a la defensiva de Denver, pues pasó para 309 yardas y registró cuatro pases de anotación, mientras que su principal blanco, Tyreek Hill sumó 157 por recepción y una recepción para llegar a las diagonales.

De igual manera, el juego terrestre también arrasó, pues Devon Achane registró 203 yardas (233 en total) más cuatro anotaciones, dos por tierra y un par por aire. A su vez, Raheem Mostert sumó 82 yardas en las trincheras (142 en total) y lució con tres touchdowns.

En total, Miami logró 10 touchdowns en el encuentro y registró 726 yardas, la segunda mayor cantidad en un partido en la historia de la NFL, con lo que lograron que la franquicia plasme una vez más su legado en los libros del deporte de las tacleadas.

Tras el partido, los jugadores de Miami dejaron en claro que nunca fue su objetivo humillar al rival, sino demostrar que son un equipo de peligro y hay que tomarlos en serio en su búsqueda de, por lo menos, Playoffs.

“No estamos tratando de humillar a los equipos. Anotar 70 puntos dice mucho de nuestra ofensiva. Fue muy profesional por parte de Mike (McDaniel) no buscar el récord. Simplemente habla de la resistencia de nuestro equipo. Aunque estábamos arriba en el entretiempo, estoy muy orgulloso de los muchachos y de la forma en que continuaron jugando”, destacó Tagovailoa.

Para la próxima semana, los Dolphins tendrán una prueba más complicada al enfrentar un duelo divisional en la casa de los Bills. Por el momento, Buffalo marcha como favorito en las apuestas, por lo que el invicto de Miami está en peligro.

Chiefs también acabó con los Bears

Otra paliza en la Semana 3 de la NFL fue la del actual campeón, Kansas City, a Chicago por 41-10, liderados por Patrick Mahomes con 272 yardas por pase y tres touchdowns. Tras una derrota en la Semana 1 ante los Lions, los Chiefs han levantado y demostrado que están firmes como un candidato listo para volver a repetir en el Super Bowl LVIII.

Antes de que terminara la primera mitad, el quarterback sufrió un golpe en el pie derecho, tras doblarse su tobillo hacia adentro. No obstante, estuvo fuera de peligro y regresó para el tercer cuarto, aunque solo jugó una ofensiva. Ya sin mucho por arriesgar, Mahomes fue a la banca para el último periodo.

Entre las sorpresas del domingo, los Cowboys perdieron el invicto y desapareció el paso arrollador que habían mostrado en las semanas anteriores, tras caer como visitantes en la casa de los Cardinals de Arizona por marcador de 16-28.

Dak Prescott lanzó para 249 yardas y un touchdown, además de ser interceptado en una ocasión. La ofensiva del equipo de la “Estrella Solitaria” lució inoperante tanto por aire como por tierra, pues además del pase de anotación, solo lograron tres goles de campo.