En el 2008, el mexicano Giovanni dos Santos y el croata Luka Modrić fueron presentados como refuerzos del Tottenham Hotspur Football Club de la English Premier League.
El azteca venía nada más y nada menos que del Barcelona y de ser campeón mundial sub 17, entre tanto el europeo del GNK Dinamo Zagreb, prácticamente desde el anonimato.
10 años después las carreras de ambos cambiaron del cielo a la tierra, del cielo al infierno o de la cima a la sima.
Dos Santos, era proyectado en los azulgranas como otro Lionel Messi, pero al no gustarle entrenar de acuerdo con los directores técnicos de las inferiores de los blaugrnas, le costó su salida de los catalanes. Desde entonces luego de su paso por Inglaterra, estuvo en Turquía, regresó a España y acabó en Estados Unidos, lo que también le costó la titularidad en la selección nacional mexicana en la Copa del Mundo Rusia 2018, donde sólo tuvo minutos en un juego.
Por su parte Modrić, supo aprovechar la oportunidad con los Spurs y literalmente sacó las espuelas que lo llevaron nada más y nada menos que al Real Madrid, donde ha sido clave y fundamental en el centro del campo blanco, al cabo de también llevar la 10 no sólo en la Casa Blanca sino también en la selección de Croacia, de la cual es capitán.
Y mientras el europeo ha sido parte de nada más y nada menos que de las tres UEFA Champions League consecutivas que han ganado los merengues desde 2016, y está por disputar las semifinales del Mundial de Rusia 2018, donde los croatas aseguraron disputar los siete juegos que como máximo se pueden disputar en el certamen, “Gio”, no ha podido contribuir a que México, arribe al menos a los Cuartos de Final de la competición.
Sin duda la carrera del croata pasó de la sima a la cima en la última década, y por lo hecho en Rusia subió su cotización, todo lo contrario a la del mexicano, cuyo destino como desde hace tiempo se especula estará más temprano que tarde en la Liga MX, bien sea con América o Rayados, y en parte por su falta de gusto para entrenar, también por su gusto por las fiestas, en las cuales casi siempre está acompañado de su hermano Jonathan y su amigo Carlos Vela.
