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Dopaje en la realeza

El uso de sustancias prohibidas llegó hasta los prestigiados establos de la realeza británica.

Uno de los caballos de carreras predilectos de la reina Isabel II dio positivo en una prueba de dopaje, según confirmó el propio Palacio de Buckingham.

El caballo Estimate, que ganó la carrera de caballos Royal Ascot el año pasado, fue uno de cinco corceles que falló en el control antidopaje por morfina, una de las sustancias prohibidas por la Autoridad Británica de Carreras de Caballos.

El uso de sustancias prohibidas llegó hasta los prestigiados establos de la realeza británica.

Uno de los caballos de carreras predilectos de la reina Isabel II dio positivo en una prueba de dopaje, según confirmó el propio Palacio de Buckingham.

El caballo Estimate, que ganó la carrera de caballos Royal Ascot el año pasado, fue uno de cinco corceles que falló en el control antidopaje por morfina, una de las sustancias prohibidas por la Autoridad Británica de Carreras de Caballos.

La residencia oficial de la monarca británica, se apresuró a explicar que el corcel dio positivo como resultado de haber consumido un alimento que estaba contaminado, un discurso que suele ser muy repetido cuando se dan situaciones de dopaje.

De acuerdo con el diario The Telegraph, el caballo podría ser descalificado del segundo lugar que ganó en la Royal Ascot (Gold Cup), y la reina tendría que devolver el premio de 80 mil libras (136 mil dólares) que obtuvo en junio pasado.

Esta no es la primera vez que uno de los caballos de la reina se enfrenta a este tipo de escándalos. En 2002, luego de un exámen antidopaje, un caballo de la reina salió positivo. 

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