Novak Djokovic falló un “smash” y fijó la mirada en una sección de las gradas en el Estadio Arthur Ashe. Después de ganar el siguiente juego, el serbio volvió a voltear en esa dirección. Minutos más tarde, habló con el juez de silla sobre una persona que estaba haciendo ruido a la mitad de los puntos, algo prohibido en el tenis.
Eso fue lo único que le dio algo de intriga e interés al partido de segunda ronda de Djokovic en el Abierto de Estados Unidos, porque el resultado final parecía bastante obvio luego de unos 15 minutos de acción.
“One of the most fun cities in the world – if not the most fun city in the world.”
Novak out here basically writing ads for New York City tourism 😆 pic.twitter.com/RZ0a6wznQD
— US Open Tennis (@usopen) September 3, 2021
Djokovic ganó fácil, 6-2, 6-3 y 6-2 sobre el holandés Tallon Griekspoor.
“Salí a la cancha con buena intensidad, con la concentración necesaria. Definitivamente, fue una mejor actuación de mi parte que hace un par de noches”, reconoció Djokovic, número 1 del mundo, refiriéndose al triunfo del martes y en el que perdió un set y quedó sorprendido por lo que creía que eran abucheos, cuando en realidad eran gritos de “¡Runeee!”, el nombre de su adversario de 18 años Holger Vitus Nodskov Rune.
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Pero esto es lo que realmente importa: está a cinco triunfos de ser el primer tenista que consigue un Grand Slam varonil en un año calendario desde 1969 y levantaría su trofeo 21 en un “Major” para eclipsar la marca que comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.
“Estoy más motivado que nunca por hacer las cosas bien”, dijo Djokovic, que enfrentará en la siguiente ronda a Kei Nishikori, finalista del US Open en 2014.