El expresidente de un club de la primera división de Turquía declaró el martes ante un tribunal que se arrepentía de haber agredido a un árbitro al final de un partido de la liga, pero negó haberlo amenazado de muerte.
Faruk Koca, que renunció a la presidencia del MKE Ankaragucu tras golpear en la cara al árbitro Halil Umut Meler, ha sido acusado de lesionar intencionadamente a un funcionario público, de amenazas a un funcionario y de inclumplir una ley relacionada con la prevención de la violencia en el deporte.
Si es declarado culpable, podría enfrentarse a una pena de hasta 13 años de prisión.
Koca atacó a Meler el 11 de diciembre luego de un empate a 1-1 entre el Ankaragucu y el Caykur Rizespor. El árbitro, que también recibió patadas de otras dos personas mientras estaba tendido sobre el césped, fue hospitalizado con una fractura leve cerca de un ojo.
Meler acusó también a Koca de amenazarlo de muerte durante la agresión.
Koca fue arrestado pero quedó libre bajo fianza. Compareció ante un tribunal con otros tres acusados que también fueron imputados.
“La parte sobre la amenaza no es cierta”, dijo Koca durante la vista inicial, según reportó la agencia noticiosa estatal Anadolu. “Fue la primera vez en mi vida que agredí físicamente a alguien. Lo siento”.
“Ya he expresado mi arrepentimiento a la opinión pública y vuelvo a presentar mis excusas ante el tribunal”, agregó.
El juicio quedó suspendido hasta el 28 de febrero.
La agresión a Meler causó un escándalo público y llevó a la Federación de Fútbol de Turquía a suspender todos los partidos de liga durante una semana.
Las autoridades vetaron la participación de Koca en el fútbol y el Ankaragucu recibió una multa de dos millones de liras turcas (69.000 dólares) y jugó cinco partidos como local sin público.