Abrirse paso en el reñido mundo del automovilismo profesional hasta llegar a la Fórmula 1 no es una asignatura sencilla para nadie, y menos para una mujer en un deporte dominado por los hombres. La colombiana Tatiana Calderón sabía que enfrentaba un recorrido cuesta arriba cuando fichó con la escudería Sauber, aunque ha ido superando obstáculos hasta convertirse en la piloto de pruebas del equipo.
Con apenas 23 años, Calderón ha dedicado más de la mitad de su vida a un deporte dominado por la testosterona, y busca ser la primera mujer en más de 40 años en disputar una carrera de la máxima categoría del automovilismo.
“Ha sido difícil, me gustaría decir que me tratan igual, pero no es así y ha sido muy difícil el hacerse respetar desde con la misma gente con la que trabajas hasta con los demás competidores en pista”, dijo Calderón el jueves en una entrevista con The Associated Press. “Fuera de la pista existe la creencia que las mujeres estamos por debajo, pero yo quiero mostrar que estoy lista para competir y ganar, y que se puede confiar en lo que yo digo y siento del coche”.
Además de enfrentar las percepciones, Calderón ha tenido que superar algunas dificultades técnicas porque los autos de Fórmula Uno y las categorías profesionales que la anteceden están construidos para ser tripulados por hombres.
La Fórmula 1 no ha tenido a una mujer en una parrilla de salida desde 1976, cuando la italiana Lella Lombardi apareció por última vez sobre una pista. Lombardi es también la única mujer en puntuar en una carrea, algo que logró en el Gran Premio de España en 1975. Desde entonces varias mujeres han hecho intentos por emularla. La británica Divina Galica en los setenta, la sudafricana Desiré Wilson en los ochenta y la italiana Giovanna Amati en los noventa.
En los últimos años, la española María de Villota estuvo con Marussia como piloto de pruebas, lo mismo que la suiza Simona de Silvestro con Sauber y la británica Susie Wolff con Williams, entre el 2012 y el 2015.
Actualmente, además de Calderón, la española Carmen Jordá es piloto de pruebas de Renault.
De todas esas mujeres, Wolff es la que más cerca ha estado de debutar en un Gran Premio. En el 2014, con Williams participó en las sesiones de prácticas del Gran Premio de la Gran Bretaña. A su retiro de las pistas, la británica se ha dedicado a impulsar el automovilismo entre las mujeres, entre ellas Calderón.
“Susie me ha apoyado mucho, trabajamos juntas y me ha compartido mucho sobre lo que voy a enfrentar en este mundo, es un honor tenerla como referente y saber lo que ella sufrió”, dijo Calderón. “Ella abrió la puerta al montarse en un auto en un fin de semana y esperemos poder seguir sus pasos”.
Calderón sabe que antes que esa puerta se abra por completo deberá seguir probando en el serial GP3 que tiene el talento para poder ser considerada para un asiento. Esta temporada, la colombiana ha logrado terminar dos veces dentro de los primeras 10 posiciones y se coloca en el 17mo casillero entre 22 pilotos.
“La GP3 es la antesala de la Fórmula 1, corro contra pilotos de la academia Ferrari, de Renault, todos los equipos pone ahí a sus pilotos en formación y he logrado sumar puntos, eso ayuda a mandar el mensaje que estoy aprendiendo y que se me puede dar la oportunidad”, añadió. “El sueño es llegar a la Fórmula 1 y este año he dado un paso más, estar con Sauber es un sueño hecho realidad, pero queda un camino hondo por recorrer”.
Hondo y nada fácil.