Destinado al infierno
Uno de los rudos más salvajes de los cuadriláteros es Mephisto, quien ha destacado en el arte de los ‘costalazos’, aunque su primera meta era ser un futbolista de los Diablos, sueño que le fue cortado
Manuel CuéllarComo todo niño, Mephisto tenía la ilusión de convertirse en futbolista profesional, pero el destino le jugó una ‘diablura’, la cual lo llevó a involucrarse de lleno en la lucha libre, donde el gladiador se ha convertido en uno de los rudos más reconocidos por hacer sentir a sus rivales un ‘infierno’ cada que lo enfrentan.
Al ser originario de Toluca, Mephisto siempre sintió amor por los colores de los Diablos Rojos, equipo con el cual estuvo a punto de cumplir su sueño de debutar en el futbol de Primera División, pero esta ilusión fue cortada de manera abrupta y por eso se enfocó en su otra pasión, el arte del llaveo y contrallaveo.
“Estuve en las reservas del Toluca en el año del 86, de hecho, jugué contra la Selección de Brasil que vino al Mundial, al igual jugamos contra Irak, fuimos sus sinodales, desgraciadamente, como en todos lados, los favoritismos que hubo en ese tiempo echaron por la borda que yo hubiera sobresalido en el futbol.
Sin embargo, la decepción de ese momento llevó al atleta, quien ayer cumplió 50 años, a trazarse una nueva meta: destacar en la lucha libre para demostrar que si no era en el futbol, sería en los encordados donde triunfaría y lo ha conseguido, en gran parte porque siempre practicó los dos deportes al mismo tiempo, lo que le ayudó a tener un alto grado de disciplina.
“Desde que iba a la secundaria entrenaba lucha libre y futbol, las dos las combinaba, y mi padre me decía que estaba muy flaco para ser luchador y muy gordo para ser jugador de futbol, no embonaba en ninguna de las dos, pero yo quería demostrarle que podía sobresalir en la lucha libre.
“Es muy diferente el ambiente del futbol y mi pasión llegó en mi etapa de adolescente, en la cual te quieres comer el mundo a puños y quieres ser de todo y nunca llegas a algo, pero me sirvió porque en el futbol me inculcaron disciplina y la pasé a la lucha libre y me dieron un buen resultado”, dice el integrante de la tercia los ‘Hijos del Averno’ (Averno, Mephisto y Ephesto).
La cercanía con el ambiente diabólico llegó para Mephisto en 2001, cuando adoptó este personaje para formar parte de la tercia de ‘Los Infernales’, junto a Satánico y Averno, pero antes luchó como Kahoz Jr. y Astro Rey Jr.
Una de las características del ‘subordinado de Satanás’ es la variedad de máscaras con las que se presenta, con diseños especiales según la ocasión.
Pescando ‘almas’
Lejos de la rudeza de los cuadriláteros, Mephisto ha desarrollado una pasión completamente distinta a la lucha libre que es la pesca en sus ratos libres; sin embargo, esta actividad cada vez la practica menos por las complicaciones derivadas de las leyes de protección a los animales.
“La pesca es otra de mis pasiones, porque lo hago con pasión, una vez manejé cuatro horas sólo para pescar 30 minutos, pero llevo 17 o 18 años con este gusto, aunque ya es muy difícil hacerlo porque muchas leyes te lo prohíben, pero cada que puedo voy a hacer mi pesca”, menciona.
Por siempre Diablo
Aunque Mephisto se alejó de los Diablos Rojos del Toluca, el ‘Averno’ le tenía un regalo al luchador, pues el nombre con el que triunfaría dentro del pan – cracio está relacionado con el Diablo, personaje ambivalente al que admira, pues ha obtenido inspiración de él para darle características a su identidad en los encordados.
“Me fui de Toluca y sigo siendo del ‘Diablo’, pero ya estaba predispuesto esto, de hecho a mí me gusta mucho el personaje del Diablo, eso de las figuras y dibujos, porque es de donde me baso para sacar más diseños a mis máscaras”, reconoce.