El deporte, otro legado de Nelson Mandela

Lejos de perder la fe en un cambio, Mandela siguió su lucha y al salir de prisión escaló hasta el máximo puesto de toda nación y sus acciones en el deporte tuvieron grandes repercusiones históricas, no solo para su país, sino para el mundo

Este 18 de julio se cumple el centenario del nacimiento de Nelson Mandela, icono de la lucha por la inclusión racial en Sudáfrica, quien fue presidente de su país y cuyo legado va más allá de lo político y social, abarcando inclusive el deporte.

‘Madiba’ estuvo 27 años preso mientras se enfrentaba al Apartheid, el movimiento racista de supremacía blanca en la nación africana. En la cárcel, el líder comenzó a organizar a los presos para jugar futbol, ya que el deporte siempre fue parte de sus gustos, aunque la disciplina nacional, el rugby, estaba prohibida para los negros.

Lejos de perder la fe en un cambio, Mandela siguió su lucha y al salir de prisión escaló hasta el máximo puesto de toda nación y sus acciones en el deporte tuvieron grandes repercusiones históricas, no solo para su país, sino para el mundo.

“El deporte tiene el poder de inspirar, tiene el poder de unir a la gente como pocas cosas lo tienen. El deporte puede crear esperanza donde alguna vez hubo solo desesperanza. Es más poderoso que el gobierno para romper barreras raciales”, dijo en alguna ocasión.

En 1995, Sudáfrica organizó el Mundial de Rugby y aprovechó para ganarlo, después de haber estado fuera por el Apartheid. En esa ocasión, Mandela vistió la playera del equipo nacional, que era un reflejo de la supremacía blanca del país. El acto del presidente cambió para siempre la percepción de los aficionados a este deporte, quienes se entregaron en ovaciones a alguien a quien había considerado un terrorista.

La historia de la Selección Sudafricana de Rugby y la influencia de Mandela fue llevada al cine con la película Invictus.

‘Madiba’ también fue una pieza importante para que el Mundial de Futbol llegara al continente africano, ya que fue una gran influencia para que la FIFA le otorgara la sede del 2010 a Sudáfrica, pese a no ser una nación económicamente fuerte ni con resultados que resaltar en este deporte.

“Fue Nelson Mandela quien trajo el Mundial a Sudáfrica, una persona que cuando salió de la cárcel pidió paz, comprensión y generosidad para el país”, expresó Joseph Blatter, entonces titular de la FIFA.

Ya en el torneo, Mandela tuvo sus últimas apariciones públicas, en la inauguración no pudo estar porque su bisnieta había muerto días antes, pero la Clausura en la que España recibió el trofeo de campeón, el símbolo de la inclusión racial tuvo una aparición breve por su ya delicado estado de salud.

El ganador del Premio Nobel de la Paz murió el 5 de diciembre de 2013, pero el guía espiritual que fue para toda una nación, para un continente… para todo el mundo dejó toda una vida de enseñanzas y filosofías que siempre buscaron mejorar el entorno.

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