David Ortiz prometió que iba a hablar con el corazón y “Big Papi” cumplió en su inducción al Salón de la Fama.
“No hay nada que se compare a esto”, proclamó Ortiz, el cuarto pelotero dominicano con una placa en el museo de las leyendas del béisbol en Cooperstown.
Cuando subió a la tarima para su discurso en una soleada tarde, David Ortiz apuntó hacia el cielo, el mismo gesto para sus momentos especiales para rendir tributo a su extinta madre que falleció hace dos décadas en un accidente automovilístico.
👏👏👏👏👏👏👏
🤩 La Gran Recepción que le dieron al Big Papi, David Ortíz en Cooperstownpic.twitter.com/0lImhK5Gdi
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) July 24, 2022
“Quiero agradecer a Dios por darme la oportunidad de estar aquí y por haberme dado la alegría de haber transitado este camino.
Este camino que me permitió estar aquí hoy y que ojalá sea inspiración para que todas pueden creer en sí mismos”, dijo “Big Papi”.
Cubriéndose con parasoles y agitando banderas dominicanas, legiones de fanáticos se congregaron en un campo adyacente al Clark Sports Center. El número 34 de David Ortiz parecía estar en cada rincón.
Ortiz entró a Cooperstown tres años después de resultar herido gravemente en una balacera en un club nocturno en la República Dominicana. Los doctores le extirparon la vesícula y parte de los intestinos.
Lee también: MLB: la meta de Yankees y Dodgers, llegar a octubre
Sigue los pasos de Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero, los otros dominicanos en el Salón de la Fama.
A sus 46 años, “Big Papi” fue apenas es el 58 pelotero seleccionado en su primer año de elegibilidad.
También, Tony Oliva y Minnie Miñoso — éste póstumamente — se unieron a otros cuatro cubanos: Martín Dihigo, José Méndez, Tony Pérez y Cristóbal Torriente