Por un momento, Cole Palmer puso a soñar a los aficionados ingleses; sin embargo, una vez más, terminaron cayendo en una Final, ahora por 2-1 ante España y así el futbol sigue sin volver a ‘casa’.
El gol de Mikel Oyarzabal a los 87 minutos puso las cosas muy complicadas para los ‘Tres Leones’, que ya estaban pensando en la prórroga. Luego, Dani Olmo salvó de cabeza en la línea de gol un remate inglés en los últimos minutos y así, los ‘Pross’ volvieron a caer y sigue su larga sequía sin poder sumar un título en grandes citas (Eurocopa o Mundial).
“Si no ganamos, probablemente no estaré más aquí. Esta podría ser mi última oportunidad. Creo que aproximadamente la mitad de los entrenadores nacionales se marchan después de un torneo. Así es como funciona el futbol internacional. Llevo aquí casi ocho años y ya estamos cerca”, dijo previo al inicio de la cita el técnico Gareth Southgate.
Ahora, todo indica que otro ciclo se cierra con amargura.
Inglaterra no ha ganado nada, una vez más, y parece que Southgate solo tuvo oxígeno adicional, pues si hubiese cedido a su resistencia en alguna de las rondas en las que sobrevivió de milagro, Gareth sería historia hace tiempo.
Inglaterra, de favorita a decepción
La realidad es que la Eurocopa de Inglaterra, salvo la primera parte en Semifinales frente a los Países Bajos, ha sido un desastre. Los ‘Pross’ se atascaron en la búsqueda de una identidad perdida tras su dolorosa derrota en la tanda de penaltis frente a Italia en la Final de la pasada edición.
Su futbol previsible, aburrido, carente de alma y desesperante para sus aficionados, era un certificado de “muerte” para Southgate, que en diciembre cumpliría ocho años en el cargo.
Fue contratado en diciembre de 2016 para sustituir de forma interina a Sam Allardyce. Después de cuatro partidos al frente de Inglaterra, la Asociación Inglesa de Futbol apostó por oficializar su presencia en el banquillo.
Desde entonces, dirigió al combinado británico en cuatro grandes torneos internacionales: dos Mundiales y dos Eurocopas en las que firmó un meritorio cuarto puesto en Rusia 2018 y dos subcampeonatos que incluyen las derrotas de Wembley y de Berlín.
Al final, Southgate tampoco pudo romper el maleficio que ataca a su país, incapaz de ganar nada desde el Mundial de 1966, hace ya casi seis décadas.
“Ellos tampoco ganaron nada“, dijo Harry Kane sobre las críticas de exfutbolistas ingleses. El delantero se va de nuevo con las manos vacías. Ni en selección ni en club ha podido levantar un trofeo.
