El fin de semana fue ambivalente para la escudería Red Bull, por una parte Max Verstappen ganó el Gran Premio de Emilia Romagna, en el circuito de Imola, conteniendo a Lewis Hamilton, y, del otro lado, Sergio Pérez cometió errores que mancharon la gran actuación que había tenido en la clasificación del sábado.
Luego de haber salido en el segundo puesto, el piloto mexicano fue víctima de sus equivocaciones y de la pista mojada, pues un despiste con bandera amarilla le costó una penalización de 10 segundos y después, otra “patinada” lo mandó al fondo de la clasificación.
Y aunque logró recuperar algunos sitios, “Checo” no sólo quedó fuera de la lucha por el podio, sino que no aportó puntos para Red Bull en el campeonato de constructores, en una gran oportunidad, luego de que Mercedes solo sumó con Hamilton, porque Valtteri Bottas chocó con George Russell.
“Las condiciones fueron realmente difíciles, cometí algunos errores que fueron muy costosos. Luché por retener la temperatura en los neumáticos, así que la perdí detrás del coche de seguridad y recibí una penalización de 10 segundos. Por supuesto, es importante que me acostumbre al coche y que aprenda estas lecciones, pero me equivoqué, estoy muy decepcionado de mí mismo y lo siento mucho por el equipo.
“Creo que en el reinicio el podio era nuestro y el ritmo del coche era bueno hoy, deberíamos haber terminado uno y dos en el podio. Centrémonos en la próxima carrera ahora, trabajaremos muy duro como equipo y volveremos más fuertes”, dijo “Checo”.
Al respecto, Christian Horner, jefe de Red Bull, indicó que es frustrante para todos lo sucedido con Pérez, pero confió en que el mexicano volverá más fuerte para cumplir con la misión de meter presión a los Mercedes.
La carrera fue ganada por Max Verstappen, seguido por Lewis Hamilton, quien se recuperó después de haberse salido de la pista. El podio lo completó Lando Norris. La próxima fecha será en Portugal el 2 de mayo.
A tomar el sol
Antes del inicio del GP en Imola, la Fórmula Uno dio a conocer que para la temporada del próximo año el Gran Premio de Estados Unidos cambiará de pista, quedando fuera Austin por la llegada del circuito callejero de Miami.