Correr calzado o ¿descalzo?
Para correr no solo existen esos tenis comunes y corrientes de colores extravagantes que todos conocemos. En pleno siglo 21 se empieza a retomar la práctica de correr descalzo o al menos simularse esta ‘naturalidad’ practicada por nuestros ancestros por el bien de nuestra salud.
Salir o competir en una carrera a pie implica técnica y tipo de apoyo, por ello la revolución de la era moderna ha permitido al atleta la posibilidad de retroceder un par de siglos para despojarse de los zapatos y descalzarse a la libertad.
Rocío CepedaPara correr no solo existen esos tenis comunes y corrientes de colores extravagantes que todos conocemos. En pleno siglo 21 se empieza a retomar la práctica de correr descalzo o al menos simularse esta ‘naturalidad’ practicada por nuestros ancestros por el bien de nuestra salud.
Salir o competir en una carrera a pie implica técnica y tipo de apoyo, por ello la revolución de la era moderna ha permitido al atleta la posibilidad de retroceder un par de siglos para despojarse de los zapatos y descalzarse a la libertad.
No es una moda, es una filosofía denominada ‘barefoot’, (pie descalzo) la cual está permitiendo en los atletas darse una nueva oportunidad de disfrutar del ejercicio, obtener beneficios anatómicos y desarrollar una mejor técnica de mayor naturalidad.
Correr descalzo o con este tipo de zapatilla minimalista favorecen el apoyo del mediopié o antepié, y no tanto de talón, como usualmente lo hacemos con tenis.
La filosofía ‘barefoot’ está siendo seriamente impulsada alrededor del mundo debido a que se está descubriendo que millones de aficionados al deporte en el mundo están padeciendo lesiones por sobrecarga en sus pies, como: fascitis plantar, condromalacia rotuliana, tendinitis, entre otros, atribuidos a que los tenis comunes están demasiado amortiguados.
Daniel Lieberman, profesor de Biología Evolutiva Humana en Harvard, realizó recientemente un estudio sobre “barefoot running’ en donde descalzó a diversos corredores. Sus resultados fueron curiosos.
“Una hipótesis es que los corredores descalzos tienen cinemática (movimiento) aún más variable que los corredores calzados porque experimentan más propriocepción (equilibrio) de sus pies.
“Los zapatos limitar la propiocepción, la cual activa los reflejos y ayuda al sistema nervioso central a tomar decisiones para que aumente la estabilidad y evite lesiones. Estos mecanismos de retroalimentación se recortan en un zapato”, redactó Lieberman en su publicación “¿Qué podemos aprender acerca de la ejecución del Barefoot: Una Perspectiva Médica Evolutiva”.
Otro experto del tema, como Christopher MacDougall, autor del libro “Nacidos para correr” -en donde narra la historia de los tarahumaras mexicanos y su grupo de superatletas descalzos-, aconsejan que andar descalzo fortalece los pies y permite recuperar agilidad y equilibro.
Y es que se dice que el calzado minimalista respeta el movimiento natural de nuestros pies, que ofrece protección contra piedras y vidrios, además de que no bloquea la estimulación de los pies lo que permite que estén sanos y fuertes.
Este tema puede ser considerada una nueva moda pero realmente no lo es. Los zapatos minimalistas existen desde hace 40,000 años hasta que de pronto el hombre moderno decidió proteger sus pies con suelas fabricadas de textiles o pieles.
En tal caso, cuando se decida a dejar o cambiar sus tenis por un par de zapatillas minimalistas para correr al aire libre, tome el tiempo necesario para la transición pues vaya que no es nada fácil. Aconsejan primero empezar a caminar descalzo, si pudiera en el pasto, para después pasar a una superficie dura.
Practicar la filosofía ‘barefoot’ es más que dejar los zapatos, es ganar equilibro, rapidez y reducción de fuerza en el impacto, para luego disfrutar los beneficios que la misma naturaleza nos da.
¿Cuándo nacen?
En la década de los 70’s se inventaron las primeras zapatillas deportivas. Antes de eso, para correr los deportistas utilizaban sólo soportes que permitieran lograr una mayor amortiguación para no dañar sus pies con el roce o los golpes contra el suelo.
Características del zapato ‘barefoot’
1- Dispone de un cordón elástico en el talón que cierra y sujeta el empeine.
2- La suela de caucho protege tu pie y proporciona una adherencia y agarre excepcional.
3- Los espacios para cada dedo de los pies ayudan a fortalecer los músculos de los pies y las pantorrillas, mejoran el equilibrio, la agilidad y la amplitud de movimiento.
4- Proporciona protección en superficies calientes y terrenos rugosos.
La agonía del pie
Lesiones asociadas al correr con zapatos sin acondicionamiento adecuado:
1- Lesiones isquiotibiales
Desgarro de un estiramiento excesivo de los músculos y el tejido detrás de la rodilla.
2- Síndrome de la banda
Inflamación de la banda itiotibial
3- Dolor de rodilla
Causado por un impacto excesivo y repetitivo
4- Músculo de la pantorrilla
Sujeto a la rotura y la inflamación
5- Dolor en espinillas
Causado por el uso excesivo de los músculos en la parte delantera de la pierna
6- Fracturas por estrés
Pequeñas fracturas de la tibia
7- Esguinces de tobillo
El calzado aumenta el riesgo por la disminución de la sensibilidad de la posición del pie debido a la altura del zapato.
8- Tendinitis de Aquiles
Agravada por zapatos de tacón alto
9- Fascitis plantar
Inflamación del ligamento corriendo a lo largo de la planta del pie
Bikila, el corredor descalzo
El etíope Abebe Bikila fue el primer africano en conseguir una medalla de oro en unas Olimpiadas (Roma 1960). Corrió la prueba de maratón descalzo y se convirtió en uno de los héroes contemporáneos de África.