Previo al duelo entre Argentina y Colombia se vivieron momentos de gran tensión. Foto: Especial

La Copa América reveló un ‘punto flaco’ rumbo al Mundial 2026

Increíblemente, la seguridad en los estadios de EU quedó rebasada al término de la justa organizada por Conmebol. Para la Final, solo se dispusieron entre 550 y 800 uniformados, cantidad irrisoria en eventos de este tipo

La Copa América, el “ensayo” al Mundial de 2026, dejó claro que Estados Unidos, al menos en materia de seguridad, aún no está listo para albergar, junto con México y Canadá, lo que será la justa futbolística más grande de la historia.

El domingo pasado, Argentina consiguió el Bicampeonato del torneo y lo hizo en medio del caos generado por cientos de aficionados, al parecer la mayoría colombianos, que quisieron entrar sin boleto al Hard Rock Stadium.

Esto provocó que el inicio de la Final ante Colombia se retrasara 1 hora y 22 minutos, periodo en el que se vio a gente corriendo por las inmediaciones del lugar perseguida por uniformados, desesperación en algunos por querer ingresar, llanto en niños, desmayados y hasta personas entrando a túneles de ventilación. Irreal que ocurriera en un estadio y en un país de primer mundo.

Tras el escándalo, ya con el balón rodando, la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, así como el Director de Seguridad Pública, James Reyes, emitieron un comunicado conjunto en el que informaron que habían destinado “más de 550 policías” para resguardar el estadio, además de oficiales de otros departamentos.

Ahora, todo tiene sentido. Tal número de uniformados obviamente era insuficiente para un partido de este tipo. Basta tomar de referencia el operativo de seguridad de la pasada Final entre América y Cruz Azul del Clausura 2024 para ejemplificarlo.

En el juego de Vuelta, realizado el 26 de mayo pasado en el Estadio Azteca, se dispuso a 4 mil elementos de seguridad y de estos, mil 900 efectivos de la Policía Auxiliar (PA) vigilaron entradas, salidas, pasillos y zona de gradas del Coloso de Santa Úrsula para garantizar la seguridad de los aficionados.

“Seamos claros: esta situación nunca debería haber ocurrido y no puede volver a ocurrir.  Trabajaremos con los líderes del estadio… a fin de implementar los protocolos y las políticas necesarias para futuros partidos”, se leyó en el comunicado difundido el domingo por las autoridades de Miami.

“¡No pueden organizar un Mundial! ¡Es imposible!”, dijo un aficionado que se identificó como Claudio, quien vino al partido procedente de la ciudad argentina de Mendoza, y tuvo dificultad para respirar cuando la policía intentó controlar el caos cerrando los accesos al estadio.

Así, no fueron pocos los aficionados que, pese a tener boleto, se quedaron sin ingresar.

“Las puertas del estadio fueron cerradas estratégicamente para lograr que las personas que sí tenían boletos pudieran entrar de manera segura y controlada. Los fanáticos continuaron con las conductas ilegales, peleando con los policías, rompiendo las barricadas y vandalizando el estadio, causando daños muy significativos a la propiedad”, informó ayer la organización dueña del inmueble.

“Entendemos la decepción de quienes tenían boletos que no pudieron ingresar al estadio porque el perímetro estaba cerrado, trabajaremos de la mano de la Conmebol para establecer los casos puntuales”, se leyó en el comunicado difundido ayer.

Así, tanto autoridades como organizadores se comprometen a que algo así no ocurra de nuevo; sin embargo, la violencia ya había aparecido días antes y, al parecer, lo dejaron pasar.

Hubo señales y nada hicieron

Un día antes de la Final del domingo, el técnico de Argentina, Lionel Scaloni, se dijo preocupado por la violencia en el futbol e incluso el arquero albiceleste, el polémico Emiliano “Dibu” Martínez, pidió más seguridad para el juego que revelaría al campeón de la Copa América 2024.

“Me preocupa de cara a lo que pueda pasar mañana”, dijo Scaloni, quien se refirió a lo sucedido el miércoles 10 de julio cuando jugadores de Uruguay subieron a las gradas en el estadio de Charlotte para enfrentarse con aficionados colombianos.

“Las imágenes fueron muy tristes y cualquiera que está en esa situación hubiera actuado de esa manera… Mirar a tu familia en un tumulto que puede estar cerca … debe ser desesperante”.

Tras este hecho, el seleccionador de Uruguay, Marcelo Bielsa, criticó a los organizadores de la Copa América por no hacer lo suficiente para proteger a las familias de los jugadores que estaban detrás de la banca de “La Celeste” tras una gresca con aficionados colombianos.

En este caso, le tomó más de 10 minutos a la policía llegar al sector de la tribuna donde estalló la riña y restaurar el orden.

“No se tolerará ninguna acción que empañe una fiesta mundial de futbol (…) Es inadmisible que un hecho como el ocurrido en esta ocasión convierta la pasión en violencia”, posteó la Conmebol en su cuenta de X luego de lo sucedido.

Sin embargo, solo fue cuestión de días para evidenciar de nuevo la falta de control.

Directivo colombiano, entre los 27 detenidos

El Departamento de Policía de Miami-Dade informó ayer que realizó 27 arrestos y 55 personas fueron expulsadas del Hard Rock Stadium tras los disturbios registrados previo a la Final.

Entre ellos estuvo Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Futbol, así como su hijo, quienes fueron acusados de agredir a varios guardias de seguridad.

El detective de la policía de Miami-Dade, Andre Martin, confirmó a The Associated Press que ambos fueron detenidos después del evento en el Hard Rock Stadium y acusados. No reveló los cargos.

“Estamos trabajando con los organizadores del evento para llevar a cabo una revisión exhaustiva de todos los protocolos de seguridad, mientras continuamos preparándonos para la Copa del Mundo en 2026”, dijo el director de Seguridad Pública, James Reyes.

En el comunicado de ayer, el departamento precisó que más de 800 agentes de la ley estaban en el evento. Obviamente, también eran insuficientes.

Mundial de Clubes, otra prueba

En junio y julio del próximo año, Estados Unidos albergará el primer Mundial de Clubes con 32 equipos, lo que supone también un gran desafío en materia de seguridad. Se espera que con lo ocurrido en la Copa América no se subestime nuevamente este tema.

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