¿Realmente importa el físico en el deporte de alto rendimiento, en los Juegos Olímpicos? La jugadora brasileña de voleibol de playa, Rebecca Cavalcante Barbosa da Silva, mejor conocida como ‘Rebecca’, tuvo su participación en Tokio 2020 junto a su compatriota Ana Patricia Ramos y dio de qué hablar.
Las brasileñas vencieron a sus contrincantes de Kenia, pero, desgraciadamente la victoria estuvo manchada por varios comentarios que recibió Cavalcante a través de sus redes. Las críticas no fueron por su manera de jugar, sino por su aspecto físico. Sí, los comentarios giraban en torno a un supuesto sobrepeso y que le hacía falta “condición física” para la actividad.
Corpos são diversos e é impressionante como as pessoas ficam incomodadas qdo um corpo q foge do tal padrão imposto faz esporte,é o q está acontecendo nas olimpíadas, depois da goleira Bárbara da seleção de futebol feminina agora tão criticando o corpo da Rebeca do vôlei de praia. pic.twitter.com/3ZAmG9kpVP
— Atleta de peso (@AtletaPeso) July 26, 2021
Este es solo un caso más. No son pocos los atletas y deportistas que en el pasado han sido criticados por participar con supuestos varios kilos de más. Para muestra, tenemos a la portera brasileña Bárbara Micheline, quien fue duramente criticada por el periodista de Países Bajos, Johan Derksen.
“Esta portera tiene sobrepeso, ¿no? Es un cerdo con suéter. Es una burla total para la selección de Brasil. En realidad, no detuvo un balón decente”, dijo Derksen en un programa de televisión.
¿Hasta qué punto son válidos estos comentarios? En Río 2016, la gimnasta mexicana Alexa Moreno fue duramente criticada por su apariencia física.
“Me sentí triste, sí me dolió. No soy un robot que no siente”, comentó entonces Moreno. La mexicana no llegó en su mejor forma hace cinco años. Pesaba 50 kilos con 1.47 metros de estatura, pero hoy vive su revancha y se clasificó a la final de salto de caballo.