¿Cómo recuperar Concacaf?

Hace tiempo que México dejó de ser el “Gigante” de Concacaf, sus rivales le juegan con más fuerza que años anteriores y le han arrebatado puntos en juegos oficiales y amistosos.

Jugar contra las selecciones centroamericanas se ha convertido en un mayor reto para el Tri, por lo que ganar la Copa Oro no solo le daría el anhelado pase a la Copa Confederaciones del 2017 en Rusia ni le daría algo de tranquilidad a Miguel Herrera, también le permitiría al equipo nacional recuperar algo de ese prestigio perdido en la zona que antes dominaba a placer. 

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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el lugar que ocupa México en la clasificación general de la FIFA
México necesita recuperar el respeto de sus rivales, validar el costo de su plantilla y retomar lo hecho en el Mundial de Brasil 2014

Hace tiempo que México dejó de ser el “Gigante” de Concacaf, sus rivales le juegan con más fuerza que años anteriores y le han arrebatado puntos en juegos oficiales y amistosos.

Jugar contra las selecciones centroamericanas se ha convertido en un mayor reto para el Tri, por lo que ganar la Copa Oro no solo le daría el anhelado pase a la Copa Confederaciones del 2017 en Rusia ni le daría algo de tranquilidad a Miguel Herrera, también le permitiría al equipo nacional recuperar algo de ese prestigio perdido en la zona que antes dominaba a placer. 

Entre todas las cosas que Herrera tiene que pulir con su equipo, destacan algunas que son claves para que México pueda retomar algo de aquella grandeza perdida.

Si la intención de la Federación Mexicana de Futbol es apoyar el proceso que lleva el “Piojo” hasta que llegue al Mundial de Rusia 2018, entonces habrá que echar un vistazo a cuatro objetivos claves que lo posicionen de nuevo como el mandamás de su zona.

Estados Unidos es el rival a vencer, a Costa Rica y Honduras no les asusta nuestra legión de “europeos”, y por ello el Tri tiene que retomar su fuerza en el torneo que se avecina. 

Ganar respeto fuera de la cancha

Un objetivo claro para hacerse respetar frente a los rivales de Norte y Centroamérica es portarse como una selección grande y dejar atrás los pretextos de la falta de resultados.

Que si el tiempo de concentración de México, que si Estados Unidos y Costa Rica llevan más tiempo de trabajo y más juegos amistosos rumbo a Copa Oro, que si la camiseta  mexicano ya no pesa, en fin.

Poco o nada se habla de actitudes extracancha del resto de los entrenadores involucrados en el torneo de Concacaf y ante eso hay que hacer algo pronto.

Si Miguel Herrera se avoca al trabajo, evita confrontaciones verbales con árbitros y hasta narradores de televisión, entonces la concentración del equipo estaría completa.

Manejar la presión de ganar la Copa Oro será fundamental tanto para el “Piojo” como para todos los jugadores. Tomar con seriedad este torneo le devolverá la fe a su afición, además de ganar un peso específico en la cancha en una zona que antes parecía dominada por ellos.

Retomar lo hecho en el Mundial

En el verano de 2014 cuando México disputó el Mundial de Brasil 2014, este equipo de Miguel Herrera fue aplaudido por las agallas y alcances de su desempeño dentro del terreno de juego.

La alineación titular que más destacó fue la conformada por Guillermo Ochoa, Paul Aguilar, Francisco “Maza” Rodríguez, Rafael Márquez, Héctor Moreno y Miguel Layún; además José Juan Vázquez, Andrés Guardado, Héctor Herrera, Giovani dos Santos y Oribe Peralta.

En el primer amistoso ante Costa Rica el sábado pasado no contaron con “Rafa”, Moreno salió al segundo tiempo, y tampoco estuvo el “Hermoso”.

En la actualidad, casi todos estos jugadores son los que forman parte de la oncena estelar del “Piojo”.

Considerando que en el Mundial de Brasil 2014 el mejor sistema que funcionó fue su tradicional 5-3-2 con dos carrileros ofensivos, quizá pulir esta estrategia sería la mejor opción.

O bien, si se adopta el 4-3-3, que para muchos fue el mejor movimiento del técnico en el partido amistosos pasado ante Costa Rica, entonces  México debería aferrarse a esa idea futbolística para no empezar a desgastarse con más formaciones y confundir más al grupo. 

Validar los millones

El Tri vale mucho más que las otras selecciones en la Copa Oro 2015. Si esta realidad es digna de presumirse, entonces ¿por qué no hacer válida esa superioridad?

Cierto que Costa Rica y Estados Unidos también tienen jugadores destacados con participación en distintas ligas de Europa, lo que tiene el Tricolor debe ser razón para imponerse.

Carlos Vela, Giovani dos Santos, Javier Hernández son el tridente atractivo del verano en Copa Oro. Juntos rondan un alto costo cercano a los 40 millones de dólares, en comparación a la de Estados Unidos donde el jugador más costoso es Michael Bradley, con 7.5 millones.

Miguel Herrera no debería tener problema en ganar al dirigir a la selección más cara del torneo, valuada en unos 287 millones de dólares, muy lejos de los 55 millones de Estados Unidos.

Metas cortas y objetivos claros

Cuando México decidió ir a la Copa América sabía que se jugaba su honra, su reputación. Asumió la invitación con poca seriedad y llevó un cuadro alternativo que le sirviera para salir del paso.

Los resultados fueron evidentes. No hubo Selección Mexicana más allá de la fase de grupos, solo contra Chile fue ligeramente aguerrido y se llevó las críticas internacionales, hasta de la exfigura uruguaya Diego Forlán, por la falta de compromiso del Tricolor.

Ponerse metas cortas y claras debe ser una constante en la función de esta Selección Nacional de Futbol si es que desea volver a ser el gran equipo de una zona como Concacaf.

El tiempo de preparación siempre será clave para conseguir los resultados deseados, por eso también el técnico nacional debería enfocar su proceso en convocatorias específicas que le ayuden a avanzar y no quedarse pensando un día antes de un partido cuál es el 11 titular más conveniente.

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