Un diamante de problemas
Los problemas que se vivieron en los primeros dos juegos se estaban repitiendo en el tercero.
Ni el contar con una de las nóminas más altas en este torneo ni con un gran número de jugadores de Grandes Ligas, pudo impedir que la Selección Mexicana de Beisbol sufriera de más en el Clásico Mundial de Beisbol.
La novena azteca que dirige Edgar González estaba urgida de ganar y hasta el cierre de nuestra edición lo estaba consiguiendo en su tercer partido de la fase de grupos, cuando en la séptima entrada estaba arriba 9-6 sobre los venezolanos.
Juan Reyna LoaLos problemas que se vivieron en los primeros dos juegos se estaban repitiendo en el tercero.
Ni el contar con una de las nóminas más altas en este torneo ni con un gran número de jugadores de Grandes Ligas, pudo impedir que la Selección Mexicana de Beisbol sufriera de más en el Clásico Mundial de Beisbol.
La novena azteca que dirige Edgar González estaba urgida de ganar y hasta el cierre de nuestra edición lo estaba consiguiendo en su tercer partido de la fase de grupos, cuando en la séptima entrada estaba arriba 9-6 sobre los venezolanos.
Con dos derrotas en tres juegos, el equipo nacional se metió en muchos problemas, poniendo en tela de duda su clasificación a la segunda ronda del certamen.
Incluso una victoria anoche no le aseguraba avanzar a la siguiente fase, si bien habría un triple empate en el segundo lugar del Grupo D entre Italia, Venezuela y México, tendría que entrar el criterio de desempate para definir quién acompañaría a Puerto Rico a la segunda ronda.
El criterio de desempate es sumar las carreras admitidas entre las novenas que aspiran a la clasificación y dividirlas entre las entradas que disputaron los equipos.
México llegó a estar arriba en el partido de anoche 8-1, pero los sudamericanos nunca bajaron los brazos y se acercaron a tres, complicándo de nuevo las cosas para los locales.
Si la novena mexicana lograra mantener la diferencia y quedarse con la victoria, este lunes tendría un partido de desempate contra italianos o venezolanos, el rival se definiría dependiendo el número de las carreras admitidas.
Si bien es cierto que las cuatro selecciones que integraron el Grupo D lucían fuertes y como rivales complicados, no se pensaba que México llegara a sumar dos derrotas en sus primeros dos juegos y estar pasando tantos apuros para tratar de meterse a la siguiente ronda.
La esperanza muere al último y México trataría de mantener con vida el sueño de avanzar a la siguiente ronda, pero los venezolanos le dejaron claro que no sería fácil.