Era la octava entrada, Chicago mantenía viva la esperanza de acabar con la Maldición de la Cabra y finalmente poder ganar la Serie Mundial, pero San Francisco no bajó los brazos
Hasta el cierre de la edición, los Cachorros, que tenían en sus manos el que sería su tercer triunfo en la Serie Divisional contra los Gigantes, vieron como su ventaja desaparecía en esa misma entrada,
obligando a un cuarto juego.
San Francisco nunca bajó los brazos y consiguió darle la vuelta al marcador para ponerse 5-3 e impedir que los Cachorros los barrieran en la Serie Divisional.
Chicago, cuyo abridor fue el reinante Cy Young Jake Arrieta, estaba a una victoria de avanzar por segundo año seguido a la serie de campeonato de la Nacional, pero tendrá que esperar al duelo de esta noche para conseguir su objetivo.
La posibilidad de sacarse la espina tras la eliminación de la temporada pasada y poner fin a esa maldición que les ha impedido ser los mejores del mundo, es muy amplia. Hoy podría ser la noche de Chicago, si Gigantes no dice otra cosa.