‘Checo’, a renacer en las calles de Bakú; ahí es el mandón

Tras el fiasco –uno más– del pasado 1 de septiembre en el Gran Premio de Italia, se encendieron todas las alertas en Red Bull. La grave crisis de resultados que arrastra Sergio Pérez ha “contagiado” a Max Verstappen, quien ya no ve tan fácil sumar su cuarto título al hilo en la máxima categoría.

¿La causa? El RB20, que a decir del neerlandés se ha convertido en un “monstruo” imposible de manejar. Así, el tiempo le dio la razón al mexicano, quien venía cuestionando el rendimiento del monoplaza de la escudería austriaca.

“Estoy en el mismo barco en el que he estado durante las últimas ocho o 10 carreras, pero ahora, de repente, Max ha tenido problemas similares (…) está claro en los datos dónde está el problema”, dijo “Checo” tras la carrera en Monza, donde terminó en la octava posición.

“Todo está relacionado con el equilibrio, si podemos encontrar una solución, podemos cambiarlo, pero ahora no nos moveremos hasta que encontremos la respuesta”, añadió el mexicano, quien, podría dar la cara por los “toros rojos” este fin de semana, en el Gran Premio de Azerbaiyán.

Así es, Sergio llega como el “mandón” de Bakú, pues en siete carreras disputadas en este lugar, acumula dos victorias –la última de ellas en 2023–, y tres podios más.

Pérez es el único piloto que ha repetido el primer lugar en este circuito callejero, el cual, sin duda, se acomoda a su estilo de manejo y que forma parte del calendario de la máxima categoría desde 2016, aunque ese año se corrió como Gran Premio de Europa.

“Bakú siempre es un circuito divertido. Personalmente, me encanta correr allí. Los circuitos urbanos se adaptan a mi estilo y me encanta probarme en ellos. Será interesante para nosotros ver cómo reacciona el RB20“, dijo el mexicano al portal de Red Bull.

“Los entrenamientos van a ser especialmente importantes para nosotros y, luego, se tratará de poner en práctica todo lo que hemos aprendido sobre el coche en las últimas semanas“, declaró el de Guadalajara.

Previo a la carrera de este domingo, tanto “Checo” como “Mad Max” estuvieron en Milton Keynes, sede del equipo, para hallar solución a la falta de rendimiento del auto.

“Hemos tenido un buen período de reflexión y trabajo desde la última carrera en Monza. Tanto Max como yo hemos estado en la fábrica trabajando con el equipo para asegurarnos de que encontramos la solución a los problemas que hemos estado sufriendo en lo que se refiere al rendimiento del coche.

“Para volver a estar donde deberíamos en la parrilla hará falta un esfuerzo de equipo, y eso se ve todos los días en Milton Keynes y en la pista, lo que nos ha unido a todos y estamos seguros de que vamos en la dirección correcta”, declaró el mexicano.

Max Verstappen urge a recuperar la forma en Red Bull

Por su parte, Verstappen estableció que “Monza fue una carrera dura y nuestra prioridad es recuperar la forma que necesitamos. Siempre queremos ser más competitivos y el equipo ha estado trabajando duro para mejorar los problemas que hemos visto en el coche en las últimas carreras”.

Esta vez, sus declaraciones fueron más mesuradas. La semana pasada, tras quedar sexto en el GP de Italia, el neerlandés alzó la voz en serio. “El año pasado teníamos un gran monoplaza, el más dominante de la historia y, básicamente, lo convertimos en un monstruo“.

Asimismo, reveló que llevaba semanas advirtiendo al equipo sobre el desempeño del auto, pero “desafortunadamente, no tengo un título en ingeniería o aerodinámica”, dijo con tono de ironía.

Ahora, declaró, “depende del equipo realizar muchos cambios con el auto, porque básicamente pasamos de un auto muy dominante a un auto imposible de conducir en un lapso de seis a ocho meses“.

Sobre la carrera del domingo en Bakú, Max lo considera un buen reto, pues “es una pista interesante para pilotar, al ser un circuito urbano con largas rectas. Estamos listos para volver a competir y ver qué nos depara el fin de semana”.

Vale decir que el vigente tricampeón de la F1 lleva seis carreras consecutivas sin ganar. Se trata de su sequía más larga desde 2020, y su ventaja en la clasificación general se ha ido menguando carrera tras carrera ante el empuje de Lando Norris, de McLaren.

Horner admite que pecaron de soberbia: ‘fuimos demasiado lejos’

Finalmente, el director del equipo, Christian Horner, admitió los problemas que tiene el RB20 y, al igual que el mexicano, declaró que el problema está en el equilibrio del monoplaza.

“Hay un problema de equilibrio en el coche que no permite a los pilotos comprometerse con la entrada en las curvas. Una vez que has calmado la parte trasera, lo haces comprometiendo la parte delantera, por lo que terminas con subviraje y de esa manera destruyes el neumático”, resaltó el británico.

Ante ello, reconoció que fueron “demasiado lejos” en la escudería en busca de convertir un coche totalmente invencible en la Fórmula 1, lo cual hoy es contraproducente.

“Si miras a McLaren, casi parece una evolución del auto del año pasado, mucho más simple que el nuestro”, mencionó. Así es, Red Bull está en problemas.