Este séptimo de la Serie Mundial que rompe la maldición de los Cachorros que los persiguió por 108 años, será recordado como memorable no solo por ese romper tabúes y matar fantasmas, sino por el duelazo de estrategias de los managers más a fondo que cualquier partida del mejor ajedrez del planeta.
Nada más dramático ni más merecido para los millones de fanáticos de los INDIOS de Cleveland y los CACHORROS de Chicago, que jugarse todas las casi legendarias frustraciones y humillaciones de muchas generaciones que nunca vieron a su equipo ganar el título de la Serie Mundial.
Los dos “HAZMEREÍR” de las Grandes Ligas se jugaron todo a un solo juego, este séptimo y definitivo en el que ya no había mañana, que fue espectacular, cardiaco, emocionante, dramático que llega a la novena entrada con empate a seis después de que los Cachorros dejaron ir una ventaja de cuatro carreras en la quinta entrada para ser alcanzados en seis y así mandarnos a extrainnings, como si la angustia y drama no fueran suficientes, y todavía aparece la lluvia como para darnos un respiro y, por supuesto, una cerveza de esas que entregan ánimo y energía
envasados al fanático…
CACHORROS PUSIERON 108 FANTASMAS…
Que cargan en sus espaldas, uno por cada año de no coronarse en las Grandes Ligas, 108 años de frustraciones, de inventar explicaciones en las maldiciones y en las cábalas no cumplidas, es igual, muchas generaciones de fieles fanáticos nunca vieron siquiera acercarse ese tan ansiado título que apagara la obsesión permanente a una de las mayores aficiones de los Estados Unidos de esas que se heredan por tradición de uno por uno.
CLEVELAND PUSO SUS 68 FANTASMAS…
Uno por cada año de sequía y de muchas humillaciones que se sumaban a los otros dos equipos representativos de una ciudad siempre amenazada con ver partir a sus Cavaliers de la NBA ó a sus Browns de la NFL, que también cargan sus propios fantasmas, solo los CAVS de LEBRON James, fanático también de los INDIANS de Grandes Ligas y presente ayer en primera fila, solo después del regaderazo que se receta al terminar su partido de NBA casi al momento en que arrancaba este séptimo de la Serie Mundial 2016.
UN NUEVO FANTASMA
Que no estaba invitado esta noche en Cleveland surge de improviso desde el fondo de la noche, los INDIANS no ganan el título desde 1948 pero alcanzaron Serie Mundial en 1997 y, ¿cómo la ven?, en aquella Serie los Indians perdieron “ESE” séptimo en extra inings ante los MARLINS DE FLORIDA.
Llevar esto a extrainnings requiere también de una alta dosis de estrategia cuando los managers ya han exprimido a sus relevistas y emergentes que ya no pueden regresar al campo.
EL MÁS DIFÍCIL OUT EN 108 AÑOS
Regresar anímicamente después de haber dejado ir como agua entre las manos una ventaja de cuatro carreras en el decisivo de una Serie Mundial es de gente grande, los Cachorros ganaron más de 100 juegos en la temporada y de ahí sacan esa seguridad y concentración para pelear contra sus fantasmas.
En la parte alta de la décima entrada, Chicago pone hombres en primera y segunda con un out, viene hit por el derecho que impulsa la que rompe el empate dejando hombres en Segunda y Tercera y un out, se llenan las bases y Miguel Montero mete sencillo para impulsar la octava, los Indians contra la pared y sus fanáticos comienzan a ver cómo se regodea “ESE” fantasma que los mató en aquel séptimo juego de la Serie del 97.
Cleveland entra en desventaja de dos carreras a la parte baja de la octava en medio de un silencio sepulcral de la fanaticada “INDIA”, que permite escuchar a los pocos aficionados de Chicago que se ven ganadores, pero ¡cuidado!
¡ESTO NO SE ACABA!
Lo dijo YOGI BERRA, esto no se acaba … ¡HASTA QUE SE ACABA!
Con dos outs hombre en primera para los Indians, se roba la segunda, hit productor y nos ponemos a solo una del nuevo empate, el manager manda por un relevo “zurdo”, Mike MONTGOMERY, para buscar el out más difícil de los últimos 108 años para los Cachorros, rodado por tercera y termina el drama, en un final todavía más dramático:
¡FIN A LA MALDICIÓN!… Que los persiguió por 108 años… ¡WWOWWWW!, así de fácil..
