Lo que surgió como cábala y una moda de inspiración, surtió efecto de gran trascendencia. Pero los Red Sox no pensaron quedarse por siempre barbones y tuvieron que despedirse de ese look de campeonato.
Auspiciados por una marca de productos para afeitar, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, David Ortiz, acompañado de Shane Victorino, se rasuraron la barba que les dio fe para alcanzar el título de las Grandes Ligas.
La idea que nació en la pretemporada en los patirrojos Mike Napoli y Jonny Gomes, contagió de esperanza al equipo y sobre todo a la afición de los Medias Rojas quienes hasta el ultimo out compartieron su solidaridad rumbo al gallardete.
En el evento donde Victorino y “Big Papi” se deshicieron de su barba, también estuvo el agente de la policía Steve Horgan, quien se hizo famoso cuando, apostado en el bullpen de los Medias Rojas en el Fenway Park, festejó en grande un grand slam de Ortiz en la serie por el banderín de la Liga Americana.
La rasurada de los astros de Boston fue a cargo de Gillette, quien al ver el esfuerzo de los jugadores de Red Sox, acordó que donaría 100 mil dólares a la “One Fund Boston”, organización que apoya a los afectados por los atentados de la Maratón de Boston.
Dejarse la barba en un momento decisivo no es nuevo. Los primeros fueron los NY Islanders de la NHL durante la Stanley Cup de 1980. Desde entonces esta tradición se conoce como ‘playoff beard’ o barba de playoff.