La imagen de Neymar arrodillado en la grama llorando tras la angustiosa victoria ante Costa Rica valió mil palabras. Brasil todavía no ha explotado en la Copa Mundial y su plantel repleto de talento podría quedar afuera si no saca por lo menos un punto ante Serbia.
El pentacampeón llegó con cartel de favorito tras su paso arrollador por las eliminatorias sudamericanas, pero igualó 1-1 ante Suiza en su debut y venció 2-0 a Costa Rica con tantos en tiempo de descuento.
El llanto de Neymar al terminar ese encuentro reveló la tensión que vive el equipo verdeamarelo, que trata de borrar la amargura dejada por la derrota 7-1 ante Alemania en las semifinales del último mundial, ante su propio público.
Los brasileños necesitan una actuación convincente contra Serbia que despeje cualquier duda que pueda haber surgido. Y evitar que Neymar y Philippe Coutinho vean su segunda amarilla, que se castiga con una suspensión para el siguiente partido.
“Son buenos con las pelotas aéreas y tienen también buena técnica individual, jugadores de calidad”, dijo Tite. “Tenemos que evitar las faltas cerca del área”.
Tite confirmó al mismo equipo que jugó contra Costa Rica, incluido el volante Paulinho, que no ha estado a un alto nivel y se especulaba que podría ser reemplazado por el atacante Firminho.
El boleto o el honor
En el otro encuentro de este grupo, Suiza tiene el panorama más sencillo ya que se enfrenta a Costa Rica que ya está fuera de toda posibilidad; sin embargo, los Ticos intentarán cerrar con dignidad luego de haber estado lejos del nivel que los llevó a ser la sorpresa en Brasil 2014 cuando se metieron hasta los Cuartos de Final.
El equipo suizo informó que no habrá celebraciones polémicas.