La Confederación Brasileña de Futbol (CBF) lo prometió desde 2011, y a 16 días de que inicie el Mundial todavía no lo cumple.
“Ricardo Teixeira (presidente de la CBF) me dijo que, independientemente de lo que sea aprobado por la Ley General del Mundial, la Confederación, como entidad privada, donará esas 32 mil entradas”, dijo Romário da Souza hace más de un año en rueda de prensa en Río de Janeiro.
Acompañado de Ronaldo, exfutbolista brasileño y miembro del consejo administrador del Comité Organizador Local (COL) del Mundial 2014, Da Souza anunció gustoso esta aportación inesperada que permitiría a miles de discapacitados disfrutar un juego de la Copa.
Sin embargo, lo anunciado quedó en palabras, y el también diputado federal compartió ayer su indignación.
“Otra de tantas promesas incumplidas de la Copa fue la donación de 32 mil entradas que se harían por parte de la CBF y del COL para las personas con discapacidad de bajos ingresos”, publicó en su cuenta de Facebook.
Y agregó: “Cada día personas se comunican a mi oficina con la esperanza de poder ver un partido. Envié una carta al COL y a la CBF para que se pronunciaran al respecto de la donación. Como era de esperar, no han respondido”.
Al final de su publicación, Romário, quien tiene una hija con síndrome de down, invitó a sus seguidores a visitar el sitio naovaisair.com.br, en donde expone otras obras inconclusas, como la ampliación del aeropuerto Salgado Filho en Porto Alegre.