Bills, Chiefs… y 30 más

Tras la Semana 1 de la NFL, los Bills y Chiefs demostraron que están un paso adelante, mientras que en los Rams, la ‘Luna de Miel’ se terminó muy pronto
Francisco Sánchez Francisco Sánchez Publicado el
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La Semana 1 de la NFL concluyó con la derrota del quarterback Russell Wilson en su regreso a Seattle, con una lesión de Dak Prescott que parece arruinar otra campaña para Dallas, y con dos equipos que, muy temprano, miran por encima al resto de la Liga.

Buffalo y Kansas City demostraron que “llevan mano” para pelear por el título de la Conferencia Americana y, quizá, para mucho más. Los primeros vapulearon al campeón Rams en su propia casa, mientras que los segundos abrieron la campaña como “jefes” e hicieron gala de su poderío ofensivo, el cual está intacto a pesar de las bajas.

El domingo pasado ante Cardinals, Patrick Mahomes lanzó para 360 yardas y cinco pases de anotación, encaminando a los Chiefs a una dominante victoria fuera de casa por 44-21 y liderar muy rápido las estadísticas en cuanto a pasadores se refiere.

Frente a Arizona, el quarterback completó pases a nueve receptores diferentes y se conectó con cuatro objetivos distintos para anotar. Así, para nada se extrañó la ausencia de Tyreek Hill, quien brilló con su nuevo equipo, los Miami Dolphins.

El destino preferido de los envíos de Mahomes siguió siendo su ala cerrada Travis Kelce, quien acumuló ocho recepciones para 121 yardas y una anotación.

De esta manera, los Chiefs se ven bien y sueñan con ser el tercer equipo de la NFL que llega a cinco Finales de Conferencia de manera consecutiva. Antes que ellos, lograron tal proeza los New England Patriots (ocho, de 2011 a 2018) y los entonces Oakland Raiders, de 1973 a 1977.

Este jueves, los Chiefs se medirán en su primer duelo divisional a Los Angeles Chargers, quienes están llamados a ser sus grandes rivales en el Oeste de la AFC. Al menos, en apariencia, parece ser una prueba más complicada.

‘Mafia’ de los Bills mesurada

Ganarle por 21 puntos de diferencia al vigente campeón de la NFL, y como visitantes, fue la carta de presentación de los Bills que, desde antes de este juego, eran vistos como los principales favoritos para llegar al Super Bowl LVII y ganarlo.

Ahora, con lo demostrado el jueves pasado en el SoFi Stadium, consideran más justificadas sus grandes aspiraciones, aunque saben bien que un triunfo contra los campeones en el partido inaugural podría ser intrascendente en enero.

“Vamos a hacer que el avión que nos lleve de regreso haga dos giros hacia atrás esta noche. Vamos a celebrar esta victoria, porque hay que hacerlo. Pero luego tenemos que volver al laboratorio”, dijo Von Miller, quien ganó el Super Bowl pasado con los Rams y el 50 con los Denver Broncos, donde incluso fue MVP.

Miller logró dos de las siete capturas de Buffalo ante sus excompañeros, mientras que el QB Josh Allen lanzó para 297 yardas y participó en cuatro anotaciones. Buffalo se sobrepuso a cuatro pérdidas de balón y tuvo un triunfo holgado en el mismo estadio donde los Rams conquistaron el Super Bowl LVI hace casi siete meses.

Allen completó 26 de 31 pases, aunque sufrió dos intercepciones. Aportó también 56 yardas por tierra, incluidas cuatro en un acarreo hasta la zona prometida, estirando el balón para que tocara la línea con 13:27 minutos por disputar.

Mostró además un brazo resistente en un duelo en que el ataque de Buffalo, bajo las órdenes de su nuevo coordinador Ken Dorsey, dominó prácticamente a los monarcas de la Liga.

¿Y el campeón? A trabajar

La ‘Luna de Miel’ de los Rams terminó muy pronto. La paliza de 31-10 ante los Bills fue un brutal despertar para el coach Sean McVay.

“¿Que si eso me molestó? Por supuesto. Despiertas con un dolor en el estómago y la única forma en que sé cómo curarlo es regresar al trabajo y trabajar muy duro para estos jugadores y entrenadores”, dijo el entrenador el viernes.

Y es que a pesar de ser el inicio de la campaña, la derrota preocupa porque si bien el equipo de Los Ángeles aún tiene talento de élite, no pudo seguirle el paso a Buffalo. Tal vez estarán más hambrientos que los propios Rams, pero para McVay eso no es excusa.

“Esa es una excusa muy fácil de poner, pero no diría eso. Nuestros muchachos estaban listos para jugar. Sólo creo que hubo muchos momentos en los que no ejecutamos a nuestra máxima capacidad”.

La línea ofensiva de los Rams fue superada frecuentemente por la defensiva frontal de Buffalo mientras que el QB Matthew Stafford evidenciaba dificultades para buscar a sus mejores jugadores y el único que pudo marcar la diferencia fue el Jugador Más Valioso del Super Bowl, Cooper Kupp. El pasador fue interceptado tres veces.

La defensiva forzó tres intercambios de balón, pero no que los Bills despejaran.

“Fue una noche muy humillante, en la que pudimos mirarnos al espejo y darnos cuenta de que debemos mejorar”. Deben hacerlo pronto, porque al menos Bills y Chiefs, claramente están mejor que ellos, así como del resto de equipos de la Liga.

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