Los últimos dos años, el Norte de la Conferencia Nacional ha tenido como dueño a los Green Bay Packers que, desde 2011, se han llevado el título en siete ocasiones. Para esta temporada, una vez más, es el rival divisional más fuerte para Bears, Vikings y Lions.
Sólo Minnesota, un par de veces (2015 y 2017) y Chicago en una ocasión (2018), han podido hacerle frente al dominio que tienen los “cabezas de queso” en este sector. Y entre ellos, nuevamente, está el equipo que podría hacerle frente a Aaron Rodgers y compañía.
El chiste es que se decidan a hacerlo, pues para nadie es un secreto que tanto Vikings como Bears son franquicias donde la irregularidad es una constante. En el caso de Detroit, el sótano de la división será su destino… otra vez.
A mejorar la defensiva para enderezar la nave
La temporada pasada había expectativas por ver a estos Vikings, que en 2019 llegaron a la Postemporada y alcanzaron el Juego Divisional; sin embargo, quedaron en la tercera posición con un récord de 7-9.
Parte de este resultado decepcionante en 2020 fue gracias a que su línea ofensiva simplemente no funcionó. Por ello, el gerente general del equipo, Rick Spielman, apostó a renovarse en el Draft de la NFL y tomaron a Christian Darrisaw con la selección 23, y a Wyatt Davis de Ohio State, pero aún es temprano para que funcione como debe ser este departamento.
Sin embargo, con Adam Thielen y Justin Jefferson, por vía aérea, y Dalvin Cook por tierra, el ataque de Minnesota seguirá siendo peligroso o, de menos, decente. Asimismo, el quarterback Kirk Cousins es lo suficientemente bueno como para tener números ganadores con ese talento a su alrededor.
Las posibilidades de volver a los Playoffs están en el mejoramiento de su defensiva, pues la campaña anterior, ocupó el puesto 27 en cuanto a yardas permitidas y el 29 en puntos aceptados.
Esa será la gran tarea para el coach Mike Zimmer, quien tendrá que aprovechar su experiencia defensiva para explotar el potencial de un departamento en el cual, además de Hunter, está Anthony Barr, Erick Kendricks y el recién llegado de Kansas City, Bashaud Breeland.
“Hibernar” ya no es opción para los bears
Los Bears aprovecharon las bondades del nuevo reglamento de la NFL, que permitió la clasificación de siete equipos a la Postemporada y con un récord de 8-8 lograron meterse a Playoffs.
Y ahí, en la ronda de comodines, cayeron de manera decorosa ante los New Orleans Saints por 21-9, pero el tener dos campañas de 8-8 tras el 12-4 de 2018 ha metido mucha presión al coach Matt Nagy.
Para este año, la idea es volver a clasificar y para ello, las expectativas del equipo se centran en Andy Dalton, cuyos mejores años con Cincinnati han quedado atrás y ahora con Chicago buscar relanzar una carrera que tuvo su punto más bajo de la temporada cuando inició como quarterback suplente de los Dallas Cowboys.
Si Andy Dalton no funciona, los Bears tienen a uno de los grandes prospectos listo para entrar en acción: Justin Fields.
La defensiva de Chicago dio un paso atrás el año pasado, pues pasó de ocupar el quinto puesto en 2019 a ser la número 16 en eficiencia. Y para complicar el panorama, deberán enfrentar a los equipos de la AFC Norte y NFC Oeste.
Pero no hay de otra: o avanzan a Playoffs o Nagy podría estar haciendo sus maletas y comenzar en 2022 una nueva reconstrucción con Fields como apuesta al futuro.
La meta es no caer más bajo
La última vez que Detroit llegó a Playoffs fue en la campaña de 2016. Desde ahí han venido a la baja y en 2020 tuvieron un récord de 5-11.
Para evitar que siga el descenso y se acerquen al vergonzoso 0-16 de 2008, los Lions intercambiaron quarterbacks con los Rams: Matthew Sttaford lanzará ahora en Los Ángeles y Jared Goff será el encargado de guiar a la ofensiva de Detroit.
Sin duda, cambiar a Stafford era un mal necesario para reconstruir y Goff ha demostrado que puede ganar si se le da una gran línea ofensiva y armas con qué trabajar. Por ello, los Lions reclutaron a Penei Sewell, quien junto con Taylor Decker apuntan a ser los referentes de este departamento.
Sin embargo, las armas aéreas necesitan pulirse, tras la salida de Marvin Jones Jr. y Kenny Golladay. Breshad Perriman y Tyrell Williams están lejos de infundir miedo a las defensivas secundarias.
Asimismo, al equipo se le ha criticado por falta de actitud y para ello, la gerencia general contrató a Dan Campbell, quien grita y habla mucho, pero sólo ha tenido una experiencia como head coach: fue como interino con los Miami Dolphins en 2015.