El lunes pasado, ante el modesto Granada, Barcelona registró 54 centros al área –la segunda mayor cantidad registrada para un equipo desde la temporada 2005-2006– y apenas pudo empatar al minuto 89. Así de complicado es el presente de un club que está lejos de aprender a vivir sin su más grande ídolo.
Sí, fue otra decepcionante actuación en el Camp Nou, que le valió el abucheo de los 27 mil aficionados que se dieron cita. ¿Dónde quedó el “Tiki Taka” de hace algunos años?, se preguntaban los seguidores. “¿Pero qué Barça es este?” tituló el diario Marca en su portada impresa.
“Es lo que hay, somos lo que somos ahora”, ya había dicho el capitán Gerard Piqué tras ser goleados y exhibidos en casa, 0-3, por el Bayern Munich, la semana pasada, en la primera jornada de la Champions 2021-2022.
“Lo que está pasando es uno de los escenarios que contemplábamos. Y les pido paciencia. Paciencia y que sigan dando apoyo al equipo”
Ante la ola de críticas, el técnico neerlandés, Ronald Koeman, leyó ayer un comunicado sin dar pie a preguntas: “quedar en un alto ranking en la liga sería un éxito”, dijo y, luego, lapidario, soltó: “en la Champions League no se pueden esperar milagros”.
Barcelona, sumido en una severa crisis financiera, por la cual tuvo que deshacerse de Lionel Messi, sabe, de antemano, que este año será complicado sumar títulos, y hoy sólo apelan a un futuro promisorio, a pesar de que en los primeros cinco juegos sin el astro argentino sólo tienen una derrota.
Pero, ¿por qué la negatividad si se tienen dos victorias y dos empates? Porque una de las victorias fue de manera sufrida ante el Getafe, equipo que no ha ganado en la liga española, y el empate en casa contra el Granada no estaba presupuestado, pues el equipo andaluz marcha en la posición 18 de la clasificación.
“Los talentos jóvenes de hoy pueden llegar a ser las nuevas estrellas mundiales en un par de años. Pero se pide paciencia”. Este proceso requiere un apoyo “incondicional… en palabra y en hechos”, expresó el técnico.
Pero esto será difícil, pues Messi los llevó a ganar más que Ligas locales, a ser favoritos, aunque ya había “señales” aún con el argentino, de la tormenta que se avecinaba. Aquel 8-2 global en los pasados Cuartos de Final de la pasada Champions League ante el Bayern prendió las alarmas, evidenció a un equipo en el que Leo ya no podía solo.
Precisamente, Koeman llegó al banquillo blaugrana poco después de aquella derrota. Messi se fue y la directiva sólo le pudo dar a Memphis Depay y Sergio Agüero al técnico para intentar mantener a flote a un equipo que se acostumbró a la élite. No ha sido suficiente.
“Si hay que ser francos, hoy no estaremos entre los favoritos (en Champions). Tampoco pasa nada por no serlo (…) Muchas veces lo hemos sido y no lo hemos conseguido. El año pasado, ¿quién daba de favorito al Chelsea? Nadie. El futbol cambia muy rápido”
Lesiones, un ‘dolor’ de cabeza más al Barcelona
Es un hecho que pegó la salida de Lionel Messi, pero aunado a ella y a la situación financiera que impidió la llegada de refuerzos ‘top’, el Barcelona ha tenido que lidiar con otro problema: las lesiones, las cuales, a decir de Koeman, han cambiado incluso el estilo y la manera de atacar de este equipo.
“Depende también de los jugadores que nos faltan, gente que destaca con acciones individuales. Mira la lista de convocados: hicimos lo que teníamos que hacer. No había futbolistas para el “Tiki-Taka”, manifestó tras el empate ante el Granada.
“Hay que jugar con nuestro estilo, pero si el partido quiere un cambio, hay que hacerlo. Si hay que centrar por fuera, pues se hace”, dijo el neerlandés el lunes pasado, en medio de las críticas de la afición por abandonar el sello blaugrana de jugar.
Días antes, luego de la derrota ante el Bayern; declaró: “Es dificilísimo de aceptar, pero (sólo queda) esperar a mejorar cosas y que la gente mejore de sus lesiones”. En ese partido, Koeman abrió las puertas del primer equipo a dos adolescentes: Yusuf Demir y Gavi, ambos de 18 años. El mediocampista Pedri González, también de esa edad, fue titular.
Así, el Barcelona ha tenido que recurrir en mayor medida a su cantera para capear el desastre de sus finanzas por culpa de la pandemia y la mala gestión de previas directivas.
Sergio Agüero, veterano delantero argentino recién llegado, Ousmane Dembélé, Ansu Fati, Sergiño Dest y Jordi Alba son los jugadores que están en la “congeladora”. De estos, el último es un sobreviviente de aquellos años dorados del “Tiki Taka”.
Hoy, Barcelona visita al Cádiz y el fin de semana recibirá al Levante. El próximo miércoles visitará al Benfica en la segunda fecha de la Champions League. Antes serían juegos de trámite, pero dadas las circunstancias se presentan como claves: o se endereza el barco o la presión hacia Koeman podría ser insostenible.
“El club está conmigo como entrenador en una situación de reconstrucción. Tenemos que reconstruir el equipo sin poder hacer grandes inversiones financieras. Eso necesita tiempo”
