A sus 30 años de edad, Serena Williams aún puede competirle de igual a igual a las nuevas generaciones de tenistas y prueba de ello fue la victoria que consiguió ayer sobre Petra Kvitova.
La menor de las hermanas Williams acabó con el reinado de la checa, quien era la campeona vigente de Wimbledon, tras superarla en dos sets con parciales de 6-3 y 7-5 tras una hora y 24 minutos de juego.
Serena busca igualar la marca de su hermana Venus, quien fue eliminada en la primera ronda y ha conquistado cinco veces este Major.
La estadounidense acumula 41 títulos individuales, 13 ellos de Grand Slam, a lo largo de una carrera que comenzó en 1998, en la que ha ganado 514 partidos y perdido 103.
A principios de 2011, Serena sufrió una embolia pulmonar de la que se recuperó para alcanzar la cuarta ronda el año pasado en el All England Club y la Final en el US Open.
Ahora Serena se medirá en el penúltimo encuentro del campeonato a la bielorrusa Victoria Azarenka, segunda favorita del torneo y quien superó a Tamira Paszek por parciales de 6-3 y 7-6.