Conmocionada por la retirada tardía de Sam Kerr por lesión, Australia necesitó tiempo para asentarse antes de tener un comienzo ganador en la Copa Mundial Femenina el jueves con una victoria por 1-0 sobre Irlanda.
Steph Catley anotó un penalti en el minuto 52 para acabar con la resistencia de Irlanda y provocar una erupción de alegría entre los aficionados dentro del Stadium Australia.
Tampoco faltó el alivio de la mayoría de los 75.784 asistentes después de que los coanfitriones del torneo lucharon para arreglárselas sin Kerr, el máximo goleador de todos los tiempos del país, quien también se perderá el segundo partido del Grupo B contra Nigeria debido a un lesión en la pantorrilla.
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Para el pitido final, Kerr estaba en el campo, del brazo de sus compañeros de equipo mientras se reunían para celebrar después de que Irlanda los llevara al límite.
La multitud solo se enteró de la lesión de Kerr aproximadamente una hora antes del inicio.
La delantera del Chelsea sufrió la lesión en la práctica del miércoles y no es seguro que regrese para enfrentar a Canadá en el último partido del Grupo B del equipo en Melbourne el 31 de julio, con el personal médico esperando para evaluar su recuperación.
Mary Fowler, que tiene ascendencia irlandesa, reemplazó a Kerr en el ataque de Australia, pero aunque la delantera del Manchester City es una perspectiva altamente calificada, la ausencia del icónico capitán del equipo fue clara.
Kerr fue considerada una de las estrellas del torneo y el rostro de la candidatura de las Matildas para coronarse campeonas del mundo por primera vez. Sin ella liderando el ataque contra Irlanda, Australia parecía falta de ideas o de vanguardia.
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