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Una vez más y por tercera ocasión en el año, el mundo de la NFL tuvo que encarar un momento trágico y despedirse de otro integrante de su familia.
El sábado por la mañana la noticia del suicidio de Jovan Belcher, linebacker de los Jefes de Kansas City ocupó los titulares de los noticieros.
Antes de quitarse la vida delante de dos de sus entrenadores, el jugador de 25 años de edad había matado a su novia Kasandra Perkins.
Con este escenario, los Jefes se enfrentaron a las Panteras el domingo y lograron el triunfo 27-21, pero lejos de mostrarse felices por volver al camino del triunfo, los jugadores reflejaban su tristeza por no poder celebrar con Belcher.
Incluso en varias ocasiones el coach Romeo Crennel tuvo que limpiarse las lágrimas.
Esta es una nueva tragedia que envuelve a la NFL y sigue aumentando la lista de casos en los que jugadores o ex jugadores pierden la vida.
El año pasado Dave Duerson, quien conquistara el Super Bowl XX con los Osos de Chicago y el XXV con los Gigantes de Nueva York se disparó en el pecho.
El luto regresó al mundo del futbol americano este año cuando Junior Seau fue hallado muerto en su residencia en un aparente caso de suicidio.
En esta lista también se cuenta Ray Easterling, quien jugara para los Halcones de Atlanta en los 70 y en abril de este año se quitó la vida, aparentemente por problemas de depresión.
Belcher llegó a la NFL procedente de la Universidad de Maine en 2009 y jugó todos los partidos como apoyador con Kansas City, sumando 59 apariciones.
