Argentina, el Mundial de 1986 y el mito de Tilcara

El silbatazo final sonó minutos después de las 13:45 horas ese 29 de junio y ese sonido no sólo significó el final del Mundial de 1986 en México, sino que también representó que Argentina finalizaba con una sequía de ocho años y se convertía nuevamente en Campeón del Mundo.

En aquel partido, el cual se disputó en la cancha del Estadio Azteca, la emoción entre los jugadores y aficionados estuvo hasta el final del encuentro, ya que la “Albiceleste” ganó faltando siete minutos para que el tiempo reglamentado finalizara.

Hasta el minuto 82 el partido se encontraba empatado 2-2, pero Jorge Burruchaga aprovechó un pase de Diego Armando Maradona para sentenciar el encuentro. Burruchaga quedó frente a frente ante Harald Schumacher y con el pie derecho anotó el gol del campeonato para consagrar un mundial que consagró la carrera ‘del Diego’.

Pero la historia de este campeonato no se originó en México, ya que para muchos aficionados argentinos el campeonato se dio gracias a Tilcara.

Antes de que Argentina comenzara su participación en la Copa del Mundo, los jugadores que participarían en dicho torneo realizaron una pretemporada en Tilcara, una ciudad de la provincia de Jujuy en Argentina, en el centro de la quebrada de Humahuaca, con la finalidad de aclimatarse a la altura de Ciudad de México.

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De acuerdo con exjugadores, Tilcara ofrecía ese clima que necesitaban para que su llegada a México no les afectara y les funcionó, Argentina se mostró muy natural sin complicaciones; sin embargo, esa buena adaptación viene acompañada de una promesa ‘no cumplida, regresar a ese lugar donde todo comenzó.

Habitantes de la zona recuerdan que muchos jugadores prometieron que en caso de ser Campeones del Mundo volverían a Tilcara una vez que regresaran a argentina, pero eso jamás sucedió.

Incluso, los futbolistas han negado que ellos hayan dicho eso, asegurando que sólo es un invento por los propios habitantes que en su momento ayudaron al combinado nacional con la pretemporada.

“Nosotros no prometimos nunca nada, si lo hubiéramos hecho seguramente lo hubiésemos cumplido porque el mismo grupo que fue campeón fue el que jugó el Mundial del 90. Si yo prometo algo y sé que voy a jugar el otro mundial, seguramente la promesa la tengo que cumplir”, dijo Sergio Batista, Campeón del Mundo, en un documental.

Sin embargo, superstición es fuerte en el mundo del deporte y muchos aficionados atribuyen que si Argentina no ha vuelto a ser Campeón del Mundo es debido a la promesa que no se cumplió.

Desde ese Mundial del 86, la “Albiceleste” ha pasado más pena que gloria en las siguientes ediciones y prueba de ello es que en Brasil 2014 se perdió la Final, con Lionel Messi en la cancha, ante Alemania.