Después de su escandalosa salida en el juego pasado con los Tampa Bay Buccaneers, Antonio Brown rompió el silencio y acusó al equipo y a su entrenador Bruce Arians de intentar obligarlo a jugar con una lesión en el tobillo, es por esta razón que mediante un largo comunicado expresó su sentir.
En primer lugar, aprovechó para ofrecer disculpas y agradecer a todos sus seguidores y líneas más adelante narró los hechos del pasado domingo:
“Debido a mi compromiso con el juego, cedí a la presión directa de mi entrenador para jugar lesionado. A pesar del dolor, me vestí, el personal me inyectó lo que ahora sé que era un analgésico poderoso y a veces peligroso”, compartió.
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“Jugué hasta que quedó claro que no podía usar mi tobillo de manera segura, el dolor era extremo y me senté en la línea lateral. Luego, mi entrenador se me acercó, muy molesto, y me gritó: “¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa?”. Le dije: ‘Es mi tobillo’. Pero él lo sabía. Estaba bien documentado y lo habíamos discutido. Luego me ordenó que saliera al campo. Le dije: ‘Entrenador, no puedo’. No pidió atención médica”, añadió Brown en el mensaje publicado a través de su cuenta de Twitter.
“A.B.” apuntó que necesita una cirugía para atender la gravedad de su lesión, ya que se hizo una resonancia magnética la cual muestra un fragmento de hueso incrustado en su tobillo.
“El ligamento desgarrado del hueso y pérdida de cartílago, que son más que dolorosos. Se puede ver el hueso abultado desde el exterior. Me cortaron y luego me fui a casa. Me echaron como a un animal y me negué a llevar su marca en mi cuerpo, así que me quité la camiseta”, detalló Antonio.
La versión del receptor fue respaldada por su abogado, Sean Burstyn, a través de su cuenta de Twitter donde narró todo lo ocurrido con su cliente, asegurando que Brown nunca ha fingido una lesión y que están dispuestos a demostrarlo hasta las últimas instancias para limpiar la imagen del exjugador de los Bucs.
