Ante EU, ni el triunfo salva a la Selección Mexicana

El sábado pasado, la Selección Mexicana vivió una noche triste en el Estadio Cuauhtémoc, en Puebla. Los “Oles” en su contra dejaron claro que la afición llegó al grado máximo de hartazgo y esta noche, ante el “némesis”, las cosas pueden empeorar aún más.

Los dirigidos por Javier Aguirre buscarán vencer por primera vez en más de cinco años –sí, ha pasado un lustro– a Estados Unidos, pero aunque lo consigan, parece que el encono de los aficionados no disminuirá luego de tantas decepciones acumuladas.

Eso sí, será un paso importante hacia una reconciliación que hoy se ve lejana, tal y como aquel día que México saboreó un triunfo frente al país vecino del norte.

La última vez que el conjunto tricolor derrotó al representativo de las “Barras y las Estrellas” fue el 6 de septiembre de 2019 por 3-0. Dicho juego también se recuerda por ser la última ocasión que Javier “Chicharito” Hernández vistió la camiseta tricolor.

Desde entonces han pasado siete partidos –seis oficiales y un amistoso–, y México ha caído en cinco ocasiones y empatado dos. Asimismo, en esta mala racha de derrotas se han perdido tres Finales, dos de la Nations League de Concacaf (2021 y 2024) y una de Copa Oro (2021).

De estos siete partidos, seis fueron en Estados Unidos, pero ahora México buscará sacar provecho al jugar en casa, aunque no será en el Estadio Azteca porque está en renovaciones para el Mundial de 2026.

Aguirre y la pesadilla del ‘dos a cerou’

Para este duelo, no solo juega en contra el gris presente del equipo nacional, sino el pasado que aún es difícil de digerir.

Así es, con Javier Aguirre como entrenador, México sufrió una de las derrotas más dolorosas en su historia al perder ante Estados Unidos en los Octavos de final del Mundial de Corea-Japón 2002. Fue el famoso “2-0” con el que los aficionados estadounidenses se mofan de su contraparte mexicana.

“Es una oportunidad de revertir esa estadística (la presente mala racha) y tenemos con qué”, dijo el delantero Diego Lainez. “Este es un partido clásico, una rivalidad de toda la vida que crecimos viéndola en televisión”.

Por su parte, Alexis Vega declaró: “sabemos que es un partido que no se puede perder, estamos en nuestro país, es un juego que sí o sí tenemos que ganar y dejaremos el alma para quedaros con la victoria”.

Sin embargo, las palabras no corresponden con los hechos. Con el “Vasco” tampoco se ha visto alguna mejoría en el equipo. Incluso, el sábado pasado en Puebla se dejó empatar a dos goles con un representativo alternativo del Valencia, club español que hoy ocupa los puestos de descenso (18°) en La Liga ibérica.

“Nos pesó un poco el empate, porque podíamos haberlo ganado, pero ya nos estamos concentrando en el siguiente partido. El enfoque es sacarnos la espinita y lo vamos a lograr, estamos trabajando para eso”, dijo Ozziel Herrera.

Para este juego, Aguirre dio oportunidad a varios jugadores jóvenes y se espera que ante Estados Unidos mande al que será su cuadro base.

Es un hecho que para Javier el duelo significa más que un amistoso. Necesita demostrar que, bajo su mando, el tricolor sí funciona. En tres partidos como seleccionador, el técnico de 65 años suma dos empates, con Canadá y Valencia, y un triunfo ante la débil Nueva Zelanda.

Aguirre también necesita hilvanar una buena racha para ganar credibilidad, luego de dos fracasos al frente del equipo nacional, en los Mundiales de 2002 y 2010.

La rivalidad está ahí: Mauricio Pochettino

Estados Unidos también acaba de abrir un capítulo con un nuevo entrenador, Mauricio Pochettino, quien ya se “empapó” de la rivalidad con México, aunque podría decirse que fue “educado”, tomando en cuenta el actual nivel del combinado tricolor.

“México es una gran selección, la rivalidad está ahí”, dijo el argentino tras debutar el sábado con una victoria por 2-0 ante Panamá en un amistoso disputado en Austin Texas.

“Cambiaron de entrenador, tienen motivación a tope. Estas rivalidades son una gran experiencia, jugando ahí. El ambiente seguro va a ser en contra nuestra”.

Vale decir que Estados Unidos llegará al encuentro con cinco bajas notables: Marlon Fossey (Standard Lieja), Weston McKennie (Juventus), Ricardo Pepi (PSV Eindhoven), Christian Pulisic (Milan) y Zack Steffen (Colorado Rapids), por lo que podría haber oportunidad de romper la reciente paternidad estadounidense.

Sin embargo, la última vez que la Selección Mexicana jugó en el Estadio Akron de Guadalajara, perdió 2-1 ante Ecuador en septiembre de 2010. Fue unos meses después de que el “Vasco” se despidió por segunda vez del equipo tricolor, ese que sigue sin funcionar.