En cuatro años, Alejandro Kirk escaló de las divisiones más bajas de los Toronto Blue Jays a las Grandes Ligas. Beneficiado por la extensión de los rosters por la pandemia en 2020, el nacido en Tijuana libró pasar por AA y AAA para llegar directo a la máxima exigencia.
En tanto las aguas retoman su cauce este año, Kirk se presentó a los entrenamientos de primavera en busca de ganarse un lugar en el equipo, aunque la competencia es extrema entre todos los que quieren ser uno de los dos catchers de Toronto.
“Pasé un brinco muy grande, al principio se sintió mucho la rapidez del juego, en Grandes Ligas es muy rápido, hay mucha información, pero supimos manejarlo poco a poco con ayuda de los coaches, los mismos pitchers, de la gente veterana, ahorita me he sentido muy bien y espero se dé la oportunidad”, explica Kirk a Reporte Índigo en conferencia virtual.
Nombrado “Capitán Kirk”, como el personaje de la serie Star Trek, el receptor mexicano levanta la mano para ser uno de los líderes de una generación de jóvenes peloteros, algunos de ellos descendientes de beisbolistas que fueron figuras hace unas décadas, y que los Blue Jays vuelvan a pelear por el título.
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“Como todos lo decimos, el dinero no importa aquí, hay que salir a jugar y a ganar, tenemos un equipo muy joven, muy aguerrido en todos los aspectos, tenemos un ‘bullpen’ bastante bueno, una alineación muy buena que va a salir a tratar de ganar todos los días”, añade.
La respuesta de Alejandro va en el sentido de poder competirle a equipos de su misma división que cuentan con vastos recursos económicos para forjar su roster, como los New York Yankees o los Boston Red Sox, así como un conjunto de bajo perfil pero dominante en años recientes como los Tampa Bay Rays.
Kirk ha tenido actuaciones destacadas en sus primeras apariciones en MLB y en sus actuaciones de este “Spring Training”, y de lograr quedarse en el roster principal, se sumará al talento de los “juniors”, junto con Bo Bichette, Vladimir Guerrero, Cavan Biggio y Lourdes Gurriel, quienes son el futuro de esta institución y que han tendido la mano al mexicano.
“Me llevo muy bien con Gurriel, me ha ayudado bastante, el año pasado fue el que me dio la mano cuando recién subí, con él me siento muy bien, me ha apoyado con consejos fuera del terreno y adentro, eso es lo que me ha ayudado a sentirme en confianza con todos”, dice.
Una posición exigente para Alejandro Kirk
Con Danny Jansen prácticamente como el catcher titular de Toronto, Alejandro Kirk pelea directo con Reese McGuire y Riley Adams para quedarse con el otro lugar detrás del plato, por lo que el mexicano asegura estar a la espera de que el equipo determine qué rol tendrá, y sin importar dónde le toque estar, “echarle los kilos” en cada oportunidad.
Para estar a la altura de las exigencias, Kirk tomó algunas decisiones sobre los puntos débiles que descubrió en su manera de jugar, con la finalidad de ser competitivo en los campamentos de primavera.
“Es una posición muy exigente, obviamente mi peso no me favorecía y decidí disciplinarme un poquito, bajar de peso, unos cuantos kilos, y me siento muy bien atrás del plato, me siento muy bien bateando, cachando, muy ágil”, señala Alex, sin que esa reducción de talla le represente haber perdido poder con el madero.
Admirador de Iker Franco y Yadier Molina, Kirk busca que se voltee más a México, donde hay receptores con calidad para jugar en Grandes Ligas, como lo han demostrado quienes han ido del otro lado de la frontera a recibir pitcheos detrás del plato.
Asimismo, el tijuanense admite que le gustaría forjar una carrera exitosa que le permita convertirse en una figura admirable y un ejemplo a seguir para los niños que sueñan con alcanzar la Grandes Ligas.
“Es uno de mis sueños, inspirar a todos esos niños, es algo muy bonito, se siente muy bien que te manden mensajes por las redes sociales, o que niños te pidan autógrafos, fotos, me gusta y me motiva más para seguir haciendo mi trabajo”.
