Vuelve a la casa que abandonó en 2011 para dirigir a la Roma, pero quiere que su regreso se caracterice por un equipo que juegue al ataque y sea atractivo a los aficionados.
Luis Enrique oficialmente tomó el mando del Barcelona, equipo con el que firmó hasta finales del 2016, y en su primera rueda de prensa definió la forma de jugar que quiere que tenga el conjunto catalán bajo sus órdenes.
”Jugaremos al ataque, como se ha identificado al Barça en los últimos años. Así es como se conoce al equipo del resto del mundo. Espero ver una versión atractiva y me veo capaz, ese es mi reto. La competencia en el equipo será importante, quiero que luchen todos juntos, todos no van a poder jugar, y quiero que se enfaden, en el buen sentido”, expresó “Lucho”.
La principal misión del nuevo técnico, además de la de ganar títulos, es la de recuperar a un Lionel Messi, a quien definió como el “mejor jugador del mundo”, y quien se había “perdido” en el torneo anterior.
“Yo estoy encantado y maravillado de tener al mejor jugador del mundo en la plantilla. Es un hecho imposible de olvidar y un hecho que me motiva cantidad. El club debe pensar lo mismo ya que lo ha renovado hace unos días. Sabemos del bache que está pasando y esperamos sacar lo mejor de Messi, y volver a ver el jugador que rindió de una forma maravillosa”, añadió.
Otro aspecto de Luis es que conoce volverá a apostar por la cantera, cosa que no hizo el “Tata” Martino, quien apenas subió jugadores del plantel “B”,
“Estaría encantado de contar con los jóvenes pero les exijo una ambición desmesurada. Les abro la puerta a los del ‘B’ y a los del Juvenil. Está en sus manos el futuro pero se lo tienen que ganar”, dijo el estratega catalán.
Luis trajo su propio cuerpo técnico en el que destaca Juan Carlos Unzué, quien estuvo en la etapa de Guardiola como entrenador de porteros, ahora será auxiliar, Rafa Pol será el preparador físico y Joaquim Valdés el psicólogo.
