Con la gloria de haber conquistado el Super Bowl LII de la temporada 2017 y volviendo a Postemporada el año pasado, las Águilas de Filadelfia han volado en lo más alto durante las últimas campañas; sin embargo, presentan una fuerte dependencia a un solo hombre: su quarterback Carson Wentz.
Pese a que el pasador ha demostrado su calidad dentro de la NFL, el gran problema con él han sido las lesiones, y para esta temporada Filadelfia requiere que su estrella se mantenga saludable todo el calendario, pues con la salida de Nick Foles hacia los Jaguares de Jacksonville se han quedado sin el suplente de lujo que fue capaz de guiar al equipo hasta obtener el Vince Lombardi.
Con pocos cambios en la plantilla, el entrenador en jefe Doug Pederson cuenta con las armas suficientes para ser competitivos, además que la buena noticia es que Wentz se ha recuperado de la lesión de ligamento cruzado anterior y lateral colateral de la rodilla.
Otro sector con el que el club batalló demasiado durante la temporada anterior fue en la defensa, infectada también por el virus de las lastimaduras, lo que llevó a las Águilas de Filadelfia al antepenúltimo escalón en defensiva por aire.