Segundas partes…

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, aunque con su inminente llegada al América, 

podría mejorar los números con respecto a la primera etapa.

El técnico Rubén Omar Romano ya estuvo en el banquillo de las Águilas durante el primer semestre de 2008, al que llegó para ser solución, pero terminó contagiándose de la mala racha que acontecía  en el club.

El estratega dirigió durante 17 partidos a los azulcrema entre juegos de Liga y Copa Libertadores, en los que ganó sólo tres partidos, empató uno y perdió 13; obtuvo un rendimiento del 19.6 por ciento, para colocarse como uno de los peores técnicos en la historia del club.

Romano llegó en la Jornada 7 del Clausura 2008 en sustitución de su paisano Daniel Brailovsky.

En el torneo de Liga no pudo sumar triunfos y sólo igualó en la Jornada 10 en el “Clásico Joven” ante Cruz Azul. 

Su último partido del campeonato local fue en la Fecha 16, pero para entonces el América ya era último lugar general y concluyó el certamen con 11 unidades.

La Copa Libertadores le sonrió un poco mejor a Rubén Omar, donde ganó tres encuentros de la fase de grupos, incluido un 4-3 ante River Plate en el Estadio Azteca, lo que le valió para clasificar a los Octavos de Final.

Sin embargo, en el partido de Ida de dicha instancia, América perdió 4-2 ante Flamengo en el Coloso de Santa Úrsula, lo que detonó la salida de Romano de la institución, entrando en su lugar Juan 

Antonio Luna, quien encaró la Jornada 17 de la Liga y la Vuelta en Maracaná, donde remontó la eliminatoria en Libertadores al ganar 3-0 con dos goles de Salvador Cabañas.

Así concluyó la aventura del argentino en el Nido de Coapa, en donde se perfilan para darle la bienvenida por segunda ocasión y salvar el semestre del Centenario, en el cual buscan otro título de Liga y trascender en el Mundial de Clubes.