En el último mes, la vida de Lionel Messi sufrió un cambio radical. Primero, el 10 de julio, por fin pudo, tras años de búsqueda, ganar un título con la selección mayor de Argentina. Todo era felicidad… hasta ayer.
Parecía un mero trámite, se manejaba que la conferencia de prensa para anunciar el nuevo contrato del argentino con el Barcelona sería el mismo jueves, luego de que el delantero había llegado el miércoles a España.
Se hablaba de un principio de acuerdo por cinco años. Habría Messi hasta 2026. Sería un arreglo que lo ligaría al Barcelona hasta el final de su carrera profesional, luego de que su contrato anterior había expirado el pasado 30 de junio.
La directiva blaugrana dirigida por Joan Laporta decía “tranquilos”, pese a que ya se manejaba que se debería hacer un ajuste financiero en el club para dar cabida al nuevo contrato del astro argentino.
Y entonces, llegó el boletín lapidario del Barcelona.
“A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de La Liga española)”.
La noticia se esparció como pólvora alrededor del mundo. Messi había quedado desvinculado del equipo culé, con el que prácticamente lo ganó todo, 35 títulos para ser exactos, con el que se hizo leyenda.
Así, el máximo referente del club, pues nadie ha ganado más trofeos con el Barcelona que Messi, se va tras 17 temporadas. Debutó el 16 de noviembre de 2003 en un juego amistoso. Su debut en juego oficial sería el 16 de octubre de 2004.
“Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club”, informó el histórico boletín, que representa el fin de una era.
En el comunicado, el Barcelona también agradeció “de todo corazón la aportación del jugador al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional”.
¿Qué causa la salida de Messi?
El límite salarial –que se manejó como un obstáculo desde un principio– y, al parecer, más exigencias de Lionel, quien pidió más refuerzos.
Barcelona tenía un limitado margen de acción: para hacerle espacio a Messi debía negociar y rebajar sueldos a otros referentes como Sergio Busquets, Sergi Roberto o Jordi Alba, y tomando en cuenta que la situación financiera del club no es la mejor.
En la parte deportiva, Messi quería seguir ganando títulos (Barcelona no gana una Champions League desde 2015). El mensaje fue claro y el conjunto blaugrana trajo a Sergio Agüero (amigo del jugador) y a Memphis Depay.
Sin embargo, no pudieron hacerse de los servicios de Cristian Romero, del Atalanta de la Serie A de Italia, quien, de acuerdo con medios españoles, fue una petición expresa de Leo para reforzar la zona defensiva.
Ante tantas peticiones, trascendió que Laporta dijo ‘no más’ y cortó las negociaciones. Ahora, el presidente del Barcelona deberá responder por esta decisión histórica y su primera ‘audiencia’ fue a las 11:00 horas (04:00 horas tiempo de México) en conferencia de prensa.
Al cierre de esta edición, el jugador no había dado declaraciones al respecto, pero trascendió que se encontraba en shock por lo sucedido.
Hoy Barcelona inicia una nueva era, la D.M (después de Messi), mientras que los clubes más grandes de Europa arrancan una batalla salvaje por el astro argentino, el mejor jugador en la historia del Barcelona.
