Adiós al ‘Penta’ Original; Carbajal enluta al futbol

“Yo soy nacido en el Distrito Federal, en un barrio muy jodido, en una vecindad hija de la chingada…”. Así se presentó Antonio “Tota” Carbajal cuando contó su historia a Reporte Índigo, la cual, siempre estuvo ligada al futbol, ya fuera como portero del León, de la Selección Mexicana o como entrenador.

Ayer, esa historia en la vida terrenal llegó a su fin para dar paso a la inmortalidad. A los 93 años, el icónico personaje del futbol y del deporte mexicano murió en la ciudad de León, Guanajuato, por complicaciones de salud tras permanecer varios días internado debido a un alza de presión arterial.

Desde niño “quiso salir” de la zona dónde vivía y gracias a unos españoles que eran dueños de la vidriera donde trabajaba, tuvo su encuentro con el futbol profesional, con el Real España.

“Yo jugaba en un equipo llanero, el equipo Oviedo (…) me vio un entrenador, el señor Alonso, y me dijo, ‘oye chaval, tienes madera’ y me llevó al equipo grande. Iba a cumplir 15 años y debuté a los nueve días de haber llegado”, recordaba Carbajal.

Su aventura con el Real España comenzó en 1948, así como su participación con la Selección Mexicana de futbol, pues tomó parte en el equipo que viajó a los Juegos Olímpicos de Londres de ese año, aunque no disputó ningún encuentro.

Sin embargo, 1950 representaría el parteaguas de su vida como deportista. Primero, porque pasó al León y, luego, porque también jugaría su primer Mundial, el de Brasil, famoso por el “Maracanazo”.

‘Tentado’ por el Madrid y las Cinco Copas

Vale decir que la llegada de Carbajal a los “Panzas Verdes” pudo no realizarse porque, según reveló a este medio, interesó al Real Madrid e incluso Santiago Bernabéu, el directivo leyenda del conjunto “merengue”, se puso en contacto con él.

“Me vine aquí a León, pero don Santiago Bernabéu, el del Real Madrid, me invitó. Tengo el telegrama donde venían las condiciones… me decían vamos por usted, muéstrenos a su representante (…) les dije que no, yo me quería quedar aquí (León), ser alguien, tener una casa bonita, sin perder piso”.

Y así pasaron 16 años en los que Carbajal militó con el León, en los que se volvió ídolo y leyenda del equipo, a pesar de haber conseguido solo dos títulos de Liga, en la temporada 1951-52 y 1955-56, y un campeonato de Copa en la 1957-58.

En dicho período, su nombre se hizo conocido a nivel global, pues tomó parte en cinco Mundiales, un hito en la historia del futbol internacional; sin embargo, en las primeras dos ediciones, solo hubo amarguras hasta que llegó el juego con Gales en la justa de Suecia 1958.

México empató en aquella ocasión 1-1. Ese cotejo fue histórico pues fue el primer punto en la historia de los Mundiales para el “Tri” que, para ese entonces, hilaba seis derrotas en Copas del Mundo.

“Me acuerdo bien de ese partido. Cómo no acordarme, porque hicimos historia y fue tanta mi felicidad que al final del partido yo grité: ‘Aleluya, no perdimos y sacamos un punto’. Dirán, un punto en qué te ayuda, pero en ese entonces era nuestra maravilla, nuestra alegría, porque lo ganamos pese a que no teníamos el futbol que se requería para jugar en un Mundial”, compartió la “Tota” en una entrevista con Reporte Índigo, publicada hoy hace cuatro años.

Finalmente, su aventura mundialista y como futbolista profesional concluyó el 19 de julio de 1966 en el mítico Estadio de Wembley en el empate 0-0 de la Selección Mexicana ante Uruguay. Fue el único partido que disputó en la justa, pues ante Francia e Inglaterra el arquero titular fue Ignacio Calderón.

Fue un cierre digno para quien tomó parte en 11 partidos de Mundial, en los que recibió 25 goles.

Mentor de equipos modestos

Tras su retiro como profesional, Antonio Carbajal comenzó su carrera como director técnico en la temporada 1969-1970 con el equipo de sus amores, el León, con quien ganaría sus únicos títulos como entrenador: dos Copas México y un par de Campeón de Campeones. Dichos trofeos fueron en las campañas 1970-71 y 1971-72.

Vale decir que entre 1979 y 1981 fungió como auxiliar de Raúl Cárdenas en la Selección Mexicana; es decir, estuvo en una de las etapas más oscuras del conjunto tricolor.

Además del León, Carbajal dirigió a Atletas Campesinos –a los que llevó al ascenso a Primera División– a Unión de Curtidores y al Atlético Morelia con quienes dirigió su último partido en Primera División el 23 de septiembre de 1995.

Los equipos de la “Tota” se caracterizaron por ser planteles modestos, muchas veces creados con el desecho de los demás equipos; sin embargo, Carbajal les impregnaba entrega y lucha permanente.

Así, disputó tres Semifinales en la Primera División, dos de ellas de manera consecutiva con el Morelia. La última de ellas es muy recordada, pues sacaron al equipo canario del vestidor cuando ya celebraba su pase a la Final para una tanda de penaltis ante el América que, finalmente, ganó el equipo de Coapa. Esto ocurrió en la temporada 1987-88.

“El ser pobre no significa que seas un inútil, que no hagas nada, que no tengas derecho a triunfar. Yo les decía (a los jugadores), viví en una vecindad de la chingada y eso me obligó, me obligué a salir adelante”. Ese era Antonio Carbajal.