El quarterback Aaron Rodgers y los Empacadores de Green Bay llegaron a un acuerdo histórico para cualquier jugador en la NFL. El jugador y el equipo pactaron una extensión de contrato por cuatro años y 134 millones de dólares, vigente a partir de 2019.
Previamente, Rodgers firmó una extensión en 2013 por cinco años y 110 millones de dólares. El quarterback ganará 33.5 millones por temporada, además de recibir un bono de 57.5 millones por firmar el contrato, así, para marzo del siguiente año el mariscal habrá ganado cerca de 80 millones.
Con este nuevo contrato, Rodgers garantiza terminar su carrera con el uniforme del equipo del que ha sido gran figura y al que ya llevó a ganar un Super Bowl, y tendrá todavía cinco años por delante para conseguir otro anillo por lo menos.
El problema reciente de Aaron han sido las lesiones en el hombro; para el equipo es necesario que se mantenga sano, ya que tras la firma de la extensión, el quarterback suplente Brett Hundley fue cambiado a los Halcones Marinos de Seattle por una selección colegial del 2019 y el nuevo sustituto de Rodgers en Green Bay será DeShone Kinzer, quien el año pasado fue un desastre con Cleveland, al registrar 11 anotaciones por 22 intercepciones.