A un año de su muerte, sigue el escándalo a Diego Armando Maradona

Su vida le continúa pasando facturas: hay dos reclamos por paternidad, pendientes en la justicia, sus hijos reconocidos aguardan por una herencia y una mujer cubana lo acusó de violación
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Diego Maradona, uno de los más grandes futbolistas de la historia, está enterrado junto a sus padres en el sector A del cementerio privado Jardín Bella Vista, en las afueras de Buenos Aires, desde que un paro cardiorespiratorio le provocó la muerte a los 60 años el 25 de noviembre de 2020.

Salvo familiares directos y personal del panteón nadie puede acercarse a su tumba, extraña paradoja para un ídolo popular que pasó la mayor parte de su vida rodeado de fanáticos. La única referencia es un mural que retrata episodios de su carrera, como el segundo gol contra Inglaterra en el Mundial de México 86, y un mensaje: “Todos queríamos un poco de él, pero fue él quien se llevó un poco de nosotros”.

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Foto: AP

Mientras los “maradonianos” todavía lo lloran, su vida disipada le sigue pasando facturas a un año de su muerte. Dos reclamos por paternidad están pendientes en la justicia; sus hijos reconocidos aguardan por una herencia que no se sabe con certeza a cuánto asciende y una mujer cubana denunció recientemente que fue violada por el exfutbolista.

A su vez sigue en trámite una investigación para determinar si Maradona murió por causas naturales o fue víctima de negligencia médica.

Cabe señalar que el astro argentino tiene cinco herederos reconocidos: Dalma, Gianinna, Diego Fernando, Jana y Diego Junior. Los tres primeros nacieron de parejas estables del exjugador, que los reconoció de inmediato. Los restantes son hijos extramatrimoniales y fue la justicia, pruebas de ADN mediante, la que determinó la paternidad de Maradona.

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La causa de muerte

Siete profesionales de la salud están imputados por presunto homicidio con dolo eventual en la causa judicial que investiga la muerte del futbolista sudamericano. Entre ellos el neurocirujano y médico de cabecera del “10”, Leopoldo Luque; la psiquiatra Agustina Cosachov; el psicólogo Carlos Díaz y dos enfermeros que cuidaban al paciente al momento de su muerte en una casa de las afueras de Buenos Aires.

La acusación se basa en el informe de una junta médica interdisciplinaria según la cual Maradona no recibió la atención médica adecuada para un paciente de alto riesgo con un cuerpo castigado por la adicción a las drogas y el alcohol y mientras esta situación crece, familiares, amigos y aficionados lloran su partida a un año de su deceso.

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