El 15 de junio de 1958, un adolescente de 17 años no podía controlar los nervios y no era para menos. Más de 50 mil personas abarrotaron el Estadio Ullevi de Gotemburgo para presenciar el juego entre la Unión Soviética y Brasil, con quienes comenzó la historia más exitosa de un futbolista en mundiales: la del ‘Rey’ Pelé.
Tras la decepción del Maracanazo en 1950, la afición Verdeamarela confiaba en un equipo fuerte, reforzado con un jugador que no figuró en las eliminatorias y tras perderse los primeros dos juegos, por fin llegó el momento ante los soviéticos para sumar los primeros minutos en la Copa de Suecia.
En aquel partido Pelé lució, creó jugadas y sobretodo guió el juego de los brasileños, y con asistencia de él hacia Vavá, en dos ocasiones, consiguió la victoria para los suyos y avanzar a la siguiente ronda, donde la cita con el gol lo esperaba.
En los Cuartos de Final Gales fue el rival a vencer, y Brasil que en ese momento era una selección con potencial, pero no una referente como lo es ahora, se complicó el partido. Transcurrieron 65 minutos de tiempo corrido, las opciones eran escasas, hasta que una genialidad de ese niño hizo estallar el estadio con el grito de ‘Gooooool’.
Un rebote en el centro del área le dejó la pelota a la altura del pecho y con un sombrerito hacia su rival dio la media vuelta y tiró para anotar el gol de la victoria. Ese gol, años más tarde, significó más que un simple 1-0, pues hasta el momento es el gol que marcó su legado. Gracias a eso Pelé se convirtió en el jugador más joven en debutar y marcar en un Mundial.
“Era un niño, pero al jugar parecía diablo el cabrón”, recuerda Antonio Carbajal que lo vio jugar en aquel torneo. “Él se te acercaba y te burlaba, una dos o tres veces, pero lo hacía por diversión, porque quería dar un show, divertirse con la pelota, quería lucirse, era un niño, pero sabía que tenía que dar un espectáculo, desde ahí, mostraba dotes de Rey”, recuerda el portero de México en aquel Mundial.
El encuentro en la Semifinal frente a Francia, que era favorita para ganar el torneo debido a que contaba con Just Fontaine, goleador del Mundial, fue la ‘gran prueba’ para Pelé. El futuro del futbol contra el presente del balompié mundial, pero el éxito en ese momento comenzaba un romance, que jamás terminó, con el brasileño.
Brasil goleó a Francia 5-2, tres de los goles brasileños fueron de Pelé, que a sus 17 años demostró por qué fue llevado a la Copa del Mundo, pero en ese momento donde los reflectores de la prensa internacional comenzaban a seguirlo, lo único que pensaba por su mente era su familia, pues imaginaba que las tres anotaciones que había hecho, al menos fueron escuchadas por su mamá y papá, a quien le había prometido ganar ese torneo.
“La primera cosa que pensé (tras finalizar el partido) es si mi familia estaba acompañando el juego por la radio porque no tenía televisión”, explica ‘O Rei’, quien ha enfrentado problemas de salud que le impidieron estar presente en la inauguración del Mundial de Rusia.
Para el encuentro Final, ya con los nervios perdidos, Pelé comenzó a forjar su legado en el futbol mundial, dribles, sombreritos, cabezazos y túneles fueron parte de su espectáculo que culminaron con dos anotaciones para su equipo, y un par de asistencias, pero sobre todo para darle a Brasil su primera Copa del Mundo de la historia, tras derrotar 5-2 a Suecia.
“(Ganar la Copa del Mundo) Es la cosa más importante para la carrera de un futbolista. Es una gran responsabilidad. Y yo siempre procuro no decepcionar a mis admiradores”, menciona el mítico ‘10’ de Brasil.
Aquel torneo Pelé lo terminó como campeón del mundo, y consiguió anotar en seis ocasiones, pero no fue suficiente para quedarse con el título del goleo, pues Fontaine consiguió la distinción con 13 tantos en su cuenta personal.
México 70, la consagración
Después de ganar este torneo, Pelé logró conquistar dos copas del mundo más, en Chile 1962 y México 1970, y para el que es considerado por algunos como el mejor futbolista de la historia, levantar el título en el Estadio Azteca fue su ingreso a la inmortalidad como jugador, ya que nadie más ha conseguido tres campeonatos mundiales como él lo hizo.
“Fue ser campeón por tercera vez en la Copa de México (fue el torneo más importante en mi carrera). Por eso me convertí en el único tricampeón mundial”, recuerda Pelé.