50 años de picardía para Cuauhtémoc Blanco

Este martes, Cuauhtémoc Blanco cumple medio siglo de vida, convertido en una leyenda por su paso en las canchas; fiel a su estilo irreverente marcó una época, hoy quiere destacar en una ‘cancha’ más complicada, pero siempre con el futbol como opción
Carlos Zulbarán Carlos Zulbarán Publicado el
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La historia del futbol mexicano no podría contarse sin Cuauhtémoc Blanco, considerado uno de los mejores jugadores que ha dado el país, quien hoy cumple 50 años, 24 de ellos dedicados a maravillar a los aficionados con una pelota en sus pies.

“Temo” nació el 17 de enero de 1973 en el “Barrio Bravo” de Tepito, pero fue representando a la entonces delegación Azcapotzalco cuando el promotor Antonio González supo de él, en el “Torneo de las Delegaciones del Distrito Federal” en 1989. En el partido ante la Gustavo A. Madero, misma que el visor dirigía, Blanco Bravo marcó tres goles.

En aquel partido, “La Coca” González no estuvo presente y solo le mencionaron que “un ‘jorobadito’” los había vencido. “Lo vi y robaba, yo nunca había visto a un jugador con tanto descaro, con tanta seguridad, con tanta diversión, fue una diversión con compromiso.

“Yo creo que por eso es el jugador más completo de la historia”, añadió el descubridor del ahora gobernador de Morelos. Varios años después, el “Cuau” logró debutar profesionalmente con el equipo de sus amores: el América.

Su primer juego fue el 5 de diciembre de 1992 como visitante frente al León. Ingresó al terreno de juego al minuto 62 por Raúl Rodrigo Lara al recibir la confianza del entrenador Miguel Ángel López. A partir de ese momento, el “Divo de Tepito” comenzó a escribir su historia, marcando una época y enamorando a varias generaciones con su controversial forma de ser dentro y fuera de la cancha.

Figura americanista

Recordar a los ídolos del América es evocar el nombre de Cuauhtémoc Blanco, quien se convirtió en un referente del equipo por su estilo único que, para algunos, representa fielmente lo que es el americanismo en su máxima expresión.

A pesar de no tener éxito en su primera etapa, pues de 1992 a 1997 sólo jugó 23 partidos y marcó nueve goles, por lo que lo enviaron a Necaxa, el jugador regresó para 1998, ubicado como centro delantero por Carlos Reinoso, convirtiéndose en el goleador de la liga, con 16 tantos.

Tras su aventura por España, Blanco retornó al América en 2002, en el que se consolidó como el mejor asistente y goleador del equipo. No obstante, en 2004 volvió a salir y tuvo un paso fugaz con Veracruz, donde también derrochó talento, para en 2005 volver al “Nido” y por fin conquistar el ansiado título con las “Águilas”, bajo las órdenes de Mario Carrillo.

Brilló con el ‘Tri’, pero una lesión lo marcó

“Cuau” disputó tres Mundiales con la Selección Mexicana: Francia 1998, Corea y Japón 2022 y Sudáfrica 2010, siendo el primer jugador nacional en anotar en tres justas distintas. Su forma irreverente de jugar lo llevó a dejar uno de los recuerdos más vistosos en 1998, la “Cuautemiña”, ante Corea del Sur.

Asimismo, fue uno de los líderes que guió al combinado nacional a la conquista del máximo logro en selección mayor: la Copa Confederaciones de 1999, al derrotar a Brasil en el Estadio Azteca. Su historia con el “Tri” contempla 120 partidos y 38 goles oficiales.

Sin embargo, en un duelo frente a Trinidad y Tobago, en 2002, Cuauhtémoc sufrió una de las peores lesiones en su carrera, cuando el jugador Ancil Elcock le dio un “planchazo” directo a la rodilla derecha. A pesar de que los médicos de la Selección Nacional le dijeron que no era grave, la verdad es que sufrió rotura de ligamentos.

Fue en España, con el Valladolid, cuando le dijeron realmente la gravedad de lo que ocurrió. “Temo” tuvo que someterse a una rehabilitación con su club y su desempeño se vio mermado, por lo que su carrera en el “Viejo Continente” no despegó. No obstante, se le recuerda por el gol de tiro libre que marcó frente al Real Madrid y al portero Iker Casillas.

Revolucionó la MLS y su adiós

Tras concluir su cuarta etapa con el América, Blanco Bravo voló hacia Estados Unidos para fichar con el Chicago Fire, equipo con el que no consiguió títulos, pero hizo explotar el mercado mexicano. Su desempeño lo llevó a ser considerado como el “Mejor Jugador del Juego de Estrellas la MLS 2008”.

No solo fue figura en Primera División, sino que también jugó en la liga de ascenso del futbol mexicano. Vistió las camisetas de Veracruz, Dorados y Lobos BUAP para luego ir a Puebla y despedirse de las canchas con los camoteros, ganando una Copa MX, en 2015. Su último partido oficial fue con América, en 2016, y jugó solo unos minutos, pero fue ovacionado en el Azteca.

Si el “Góber” no tiene futuro en la política, volverá al futbol, pero en el banquillo. La siguiente meta de Cuauhtémoc Blanco es ser entrenador y ¿por qué no? dice: “Me gustaría un día dirigir al América y un día dirigir a la Selección, cómo no, pero hay que ir paso a paso”.

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