El estudio hizo un análisis sobre el panorama actual y futuro en la transición a la electromovilidad, compartiendo un escenario eficiente y ágil para esta transición considerando las mejores prácticas internacionales como referencia. Foto: Pexels

México debe implementar una política nacional para transitar hacia la electromovilidad: AMIA

En la presentación del estudio “Recomendaciones para una política nacional de electromovilidad en México, la AMIA señala que nuestro país debe implementar una política nacional que conlleve una estrategia conjunta entre gobierno e industria

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), presentó el estudioRecomendaciones para una política nacional de electromovilidad en México”, en el que expusieron los retos y las oportunidades que enfrenta el país en la transición hacia una movilidad de cero emisiones, a través de vehículos electrificados.

La encargada de realizar el estudio fue la consultora internacional Frost & Sullivan, esto permite contar con una visión experta y objetiva sobre la materia.

El estudio hizo un análisis sobre el panorama actual y futuro en la transición a la electromovilidad, compartiendo un escenario eficiente y ágil para esta transición considerando las mejores prácticas internacionales como referencia.

“De igual forma esbozaron los elementos clave para la formulación de una política pública integral y de largo plazo que considere una visión multi tecnológica, es decir, de vehículos híbridos eléctricos, híbridos eléctricos conectables, 100% de batería eléctrica y de celda de hidrógeno“, compartió la AMIA en un comunicado.

Dicho estudio resalta la relevancia que la electromovilidad tiene en el cumplimiento de compromisos internacionales, tales como el Acuerdo de Paris, y de las propias empresas automotrices que operan en territorio nacional.

México debe contar con una política nacional para transitar hacia la electromovilidad

Mencionaron que existen ventajas competitivas que posicionan a México con un alto potencial para la producción de vehículos eléctricos, de la mano de una transformación a tecnologías de energías limpias.

“Conscientes del importante proceso de transformación a nivel global de la industria automotriz, el estudio comisionado consistió en un análisis del mercado, así como de la manufactura de este tipo de vehículos, una revisión del estado actual de infraestructura de carga, las necesidades de los clientes actuales y potenciales, así como un comparativo internacional de buenas prácticas”, comentó José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA.

México debe contar con una política nacional para la transición ordenada hacia la electromovilidad, que conlleve una estrategia conjunta gobierno e industria que contemple los siguientes tres objetivos primordiales:

  • Incentivos a la producción y al consumo.
  • Desarrollo de infraestructura de carga a nivel nacional.
  • Disponibilidad de energías limpias suficientes y asequibles.

Señalaron que la magnitud de los cambios requeridos para la rápida transformación de la industria requiere del impulso de una estrategia conjunta entre los tres niveles de gobierno, la academia y el sector automotriz que aborde 3 ejes:

  • Operación de la manufactura,
  • Adopción del mercado de vehículos híbridos y eléctricos
  • Ampliación de la infraestructura de la red de carga.

Con esta política, no solo se posicionaría México como un jugador líder a nivel global en manufactura de vehículos electrificados y como hub de manufactura y proveedor confiable de una cadena sólida de suministro dentro de América del Norte, sino también, continuaría reduciendo las emisiones GEI y contribuiría al objetivo de descarbonización.

39% de los autos vendidos en México podrían ser eléctricos en 2030

De acuerdo con el estudio, se apoyaría a la reducción de alrededor de 26.2 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2030. Esto significaría un incremento de 66 por ciento, o 10.4 millones de toneladas de CO2 adicionales si se introdujera una política nacional.

Destacan que los consumidores están dispuestos a adoptar vehículos con tecnologías más avanzadas y que sean amigables con el medio ambiente, apoyados por incentivos que les faciliten la adquisición y uso. La adopción de la política integral de transición hacia la electromovilidad incrementaría la penetración de este tipo de vehículos hasta 39 por ciento del total de ventas de vehículos ligeros en México para 2030, a diferencia de un 19 por ciento si no hubiera política.

Resaltaron la necesidad de incrementar el número de estaciones de carga para lograr una mayor adopción de vehículos electrificados (híbridos eléctricos conectables (PHEV), eléctricos 100% de batería (BEV), eléctricos de celda de combustible (FCEV)). En México existen alrededor de 1,336 estaciones de carga pública o semipública, con un total de 3,206 conectores, es decir, 2.4 de conectores por estación. Si bien es el país con la red de carga más grande de América Latina, estamos aún muy por debajo de los países que más han avanzado en el mundo.

“La importancia de establecer una política y estrategia para incentivar la promoción de VHyE, PHEV y FCEV de la mano de un esquema de incentivos que impacte directamente el consumo de los vehículos y la manufactura de éstos, es clave para lograr las metas de reducción de emisiones y los compromisos internacionales adquiridos como país”, dijo Lorena Islas, directora de Consultoría para América Latina Frost & Sullivan.

La AMIA enfatizó que una política integral permitirá a la industria automotriz y a las actividades económicas que se vinculan a ésta, materializar la transición a la electromovilidad de forma ordenada y exitosa, en beneficio de las familias mexicanas.

Reiteraron su compromiso a nivel nacional de continuar integrando tecnologías de energías limpias para transitar a la electromovilidad. Subrayaron su disposición para colaborar con el Gobierno Federal y todos los actores involucrados para implementar políticas públicas integrales y con impacto en el largo plazo.