Paneles solares flexibles, claves para la energía limpia en México

José Luis Maldonado, investigador del Centro de Investigaciones en Óptica, afirmó que México es un país geográficamente privilegiado para el desarrollo de las energías renovables, en especial por su riqueza solar
Aranza Bustamante Aranza Bustamante Publicado el
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La energía que llega del Sol a la Tierra al año es de 175,000 terawatts (TW) de energía por irradiación y, en ese mismo periodo, la población unos 17 TW, es decir, sólo la energía de esta estrella es capaz de satisfacer nuestros requerimientos actuales, sin embargo, de acuerdo con el científico del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), José Luis Maldonado Rivera, debemos aprender a usarla.

Durante la ponencia “Energías renovables y celdas solares de tercera generación” que se llevó a cabo en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, el especialista explicó que la energía que recibe la Tierra del Sol en 1.5 horas equivale a la que actualmente consumimos los humanos en un año, reportó Gaceta UNAM.

'México es un país privilegiado geográficamente para las energías renovables, especialmente por su riqueza solar, pues hay regiones donde la radiación es de 130 watts por metro cuadrado, y en general se tiene una gran radiación en todo el año', indicó el doctor en Física.

Detalló que Alemania es una de las naciones que genera más electricidad a través de sistemas fotovoltaicos en el mundo. Esto lo hace a pesar de que su tamaño es de aproximadamente un cuarto del territorio mexicano y recibe la mitad de irradiación solar que nosotros.

'Para la energía solar nuestro país es excelente, no sólo para los mexicanos, sino para los alemanes, chinos, estadunidenses, somos privilegiados en este aspecto. Actualmente, se estima una producción instalada de 2,015 megawatts (MW) y hace unos años esta producción era únicamente de unos 100 MW. Está creciendo bastante rápido', comentó el experto.

4 generaciones de celdas

Respecto al uso de celdas solares, precisó que existen hasta cuatro generaciones de dispositivos de este tipo: la primera de silicio, la segunda de lámina delgada, la tercera que busca hacerlas de bajo costo al usar cobre, galio y selenio, mientras que la última generación se le conoce como células orgánicas fotovoltaicas, en las cuales la eficiencia no es el problema.

Las celdas de tercera y cuarta generación se pueden utilizar en ventanas, maletas, ropa, a diferencia de las primeras generaciones de estos dispositivos que absorben la luz y cuentan con equipos capaces de recargar energía en dispositivos móviles o aparatos eléctricos, por ejemplo.

No obstante, Maldonado Rivera destacó que se busca que la siguiente generación de celdas solares sea más eficiente: “Aún se tiene el reto de que sean estables e imprimibles, para que en el caso de que fallen, puedan ser reemplazadas fácilmente”.

El investigador recordó que la Ley de Transición Energética establece que para el 2024 México debería tener una producción de energía eléctrica limpia de alrededor del 35 %.

“Las transiciones energéticas no son simples ni rápidas, por lo que ha tomado más de 30 años hacer los cambios a una tecnología alterna; en este tema, el trinomio academia, industria y gobierno, es esencial para fomentar el uso de energías renovables, económicas y limpias”, concluyó.

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