La energía hidroeléctrica se genera al transformar la fuerza del agua en energía eléctrica, es un recurso renovable, una fuente que contribuye de forma importante a la lucha contra el cambio climático, porque evita el uso de combustibles fósiles y reduce las emisiones de CO₂.
En entrevista con Martha Reyes para Índigo Energía, Leonardo Ramos, subgerente de anteproyectos hidroeléctricos en la CFE, recalcó que para lograr la seguridad energética es importante respaldar a las energías limpias, y sobre todo garantizar un suministro firme y constante, el cual no debe interrumpirse; además, con un costo asequible para la población. Para lograrlo, la política energética tiene que jugar un papel fundamental.
A nivel global se vive una crisis por la falta de agua, Leonardo Ramos explicó que el problema de la escasez va más allá de la política con la que se opera el agua. Algunos países no han sabido aprovechar ese gran recurso, sin embargo, en este tema aseguró que México es bendecido porque tiene un escurrimiento anual importante, puede aprovechar los grandes torrentes, incluso las grandes cantidades de agua que se generan con el paso de los huracanes, y el almacenamiento energético por bombeo es otra opción en una política que podría imperar en México.
Dentro del uso de agua aprovechable, se encuentran las aguas subterráneas que representan el 22 %; este líquido no ha sido explorado por la falta de inversión. El experto comparó que el tema de las aguas super profundas es similar a la extracción de los hidrocarburos, pero se debe buscar el recurso hídrico, si se encuentra una forma correcta, se puede pensar en el hidrógeno verde; es una cadena de valor hídrica para el respaldo de las energías limpias y una transición energética innovadora.
Hidroeléctricas impulsarán la transición energética
Al preguntar sobre cómo impacta la hidroelectricidad a la huella hídrica, subrayó que este recurso tiene un uso no consuntivo del agua: es decir, durante su proceso no pierde sus propiedades, es un beneficio que tienen las centrales hidroeléctricas en función de la transición energética que puede impactar de forma positiva.
“La hidroelectricidad en el sector energético puede ayudar mucho, pero también se debe de tener una visión a futuro de utilizar este recurso sin que pierda sus propiedades y respaldar al sector con una central hidroeléctrica”, comentó.
Mencionó que, al cierre de 2023, México solo aprovechó la hidroelectricidad en un 14.26%. En el tema de la energía solar en un 8.35% y la energía eólica en 7.05 %; al sumarlos, es prácticamente la misma capacidad instalada de las centrales hidroeléctricas.
“Hay que buscar ese equilibrio, para que cuando las despache el Cenace tengan la seguridad y el respaldo hídrico de las centrales hidroeléctricas. En cuanto a la generación de energía, no todo lo que se produce se consume; por ejemplo, de los 651 GWh solo se aprovecharon 645. Tenemos algunas pérdidas; si se tuviera ese almacenamiento hídrico, se reducirían esas pérdidas”, dijo.
Para solucionar el tema de los despachos, del mantenimiento de las centrales y los apagones, una de las mejores opciones es la hidroelectricidad porque es un recurso que no genera huella hídrica a gran escala, tiene un uso no consuntivo del agua y va a impulsar el desarrollo sustentable de México, desencadenando la seguridad energética.
Desarrollo sustentable en México
Expresó que el gobierno entrante está impulsando la energía limpia; en particular, es un tema que lo motiva. Proyectos como el Plan Sonora, y la central fotovoltaica en Puerto Peñasco son temas que le abren la puerta a las centrales hidroeléctricas.
Concluyó que nuestro país tiene todo para un desarrollo sustentable partiendo de este recurso, que tiene mayor participación en cuanto a capacidad instalada y generación en relación con los recursos renovables. Hay muchos proyectos en puerta en municipios, y estados, que reclaman una central hidroeléctrica que los regule. Y en la CFE están listos para este nuevo reto de fomentar la hidroelectricidad.
