Tarde o temprano se iba a descubrir el engaño perpetrado durante el gobierno de Rodrigo Medina para manipular las cifras delictivas en el estado de Nuevo León y difundir una baja.

Un reporte del Observatorio Nacional Ciudadano documentó cómo durante el sexenio pasado y en el primer año del actual se ocultaron delitos cometidos en Nuevo León.

Son más de 171 mil casos (robos a persona, robos a vivienda, robos de vehículos y robos a negocios) que no se reportaron en los últimos años como carpetas de investigación sino como “actas circunstanciadas”.

En el Congreso de Nuevo León con la aprobación de la Ley Electoral se impuso la raja política, la simulación y la prebenda por encima de la razón y del bien común.

La cúpula PRI-PAN dio una muestra del poder (cada vez más disminuido) que tienen para manejar el Congreso estatal y proteger sus intereses.

Lo de ayer y ellos lo saben será en detrimento de la vida política interna de los partidos por el golpe que significa la falta de espacios para las mujeres.

No importa lo que haya aprobado anoche el Congreso del Estado con su nueva Ley Electoral y lo que los diputados creen que es garantizar la paridad de género.

Y no tiene importancia no porque lo más seguro es que la reforma no será publicada por el gobernador Jaime Rodríguez para que entre en vigor para las elecciones del 2018.

No, lo que pasa es que carece de importancia porque este paraíso a la medianía en la que está convertido el Congreso del Estado cree que la paridad vertical y horizontal es un derecho que las mujeres de Nuevo León deben ganarse.

A los diputados locales – y a sus jefes los alcaldes metropolitanos- simplemente se les hizo bolas el engrudo con la nueva Ley Electoral que pretenden votar hoy en el Congreso.

Ni lograron armar una Ley que garantice plenamente la paridad de género para las mujeres ni tampoco asegurar piso parejo para los candidatos independientes en Nuevo León.

Lo que pudo ser una Ley de avanzada, vanguardista, quedará como una legislación retrógrada que armó el matrimonio PAN-PRI en el Congreso para los beneficios de sus líderes.

En las últimas dos elecciones, la del 2016 y 2017, los candidatos independientes sólo han cosechado fracasos y derrotas.

No hay duda que la franquicia independiente –que alcanzó su mejor momento en el 2015 con la victoria de Jaime Rodríguez en Nuevo León- cada vez está más devaluada.

Pero todavía hay quien cree que esta vía es la mejor opción y obviamente uno de ellos es “El Bronco”, que sigue armando su lista de aspirantes independientes que impulsará en el 2018.