En los próximos días “Ingrid” se convertirá en una niña muy mala que cobrará factura a los nuevoleoneses y exhibirá a las autoridades de todos los niveles.

Es cierto que el gobierno del Estado y los municipios reaccionaron con oportunidad para enfrentar la contingencia y evitar que se registraran tragedias mortales por el paso de esta tormenta tropical.

Sin embargo, el riesgo seguirá latente en los próximos días y no tanto por una inundación causada por las lluvias.

Entre algunos grupos panistas de Nuevo León empieza a tomar fuerza la idea de sustituir a José Alfredo Pérez Bernal como dirigente estatal del PAN. 

Los azules ponen en duda no sólo el liderazgo que el tal señor Pérez tiene entre los militantes, sino también su capacidad para encabezar los esfuerzos para que el PAN recupere la gubernatura en el 2015.

Se sabe que hace unos días Zeferino Salgado, líder del Grupo San Nicolás, cuestionó durante una reunión entre la cúpula albiazul la falta de estrategia en el partido y responsabilizó a Pérez Bernal de esta carencia.

El conflicto por los parquímetros en San Pedro seguramente hoy llegará a su fin, y a pesar de todo lo que leas, solamente habrá un ganador en esta pelea: San Pedro Meters.

Los dueños de los parquímetros aceptarán rescindir este polémico contrato firmado por el exalcalde Mauricio Fernández a cambio de embolsarse 75 millones de pesos.

Nada mal para ellos, si se recuerda que cuando iniciaron las negociaciones con San Pedro la propuesta municipal rondaba por los 55 millones y los empresarios pujaban por 70 millones.

Bonito se le pondría al Gobierno del Estado que aquí los maestros de las secciones 21 y 51 empezaran a alborotarse con protestas y paros en escuelas.

Sin embargo, ya ayer el líder de la Sección 21, Casimiro Alemán, abrió la boca frente a la prensa. Dijo que hay dos escuelas, una Escobedo y otra más en Monterrey, que están en paro de labores.

El líder fue conminado por el propio gobierno estatal para ofrecer una rueda de prensa donde hablara de la paz que se vive en Nuevo León respecto a las reacciones a la reforma educativa.

El PRI y el PAN libran en Nuevo León una guerra de baja intensidad que se intensificará conforme lleguen las elecciones del 2015 por la gubernatura.

En esta lucha de poderes los panistas y priistas presumen una civilidad política y hay incluso gestos de buena voluntad, como la liberación de los permisos para el Metro que hizo esta semana la alcaldesa Margarita Arellanes.

Pero no nos engañemos: los tambores de guerra retumban fuerte, tanto en el palacio de cantera como en el palacio de cristal, y en la sede del PAN de Nuevo León.