La actitud que tuvo ayer Joaquín Vargas es digna de reconocimiento. Con pruebas en la mano, denunció haber sido presionado por funcionarios del gobierno federal para despedir a Carmen Aristegui. Era la condición si quería conservar una buena parte de sus negocios.
La conversación mediante mensajes de BlackBerry que presentó el dueño de MVS demuestra que Javier Lozano le “aconsejó” despedir a la periodista a cambio de mantener la concesión de la banda de 2.5 GHz. Un claro chantaje de ese alto funcionario del gobierno federal y “amigo” de Vargas.
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