Guillermo Padrés está disfrutando sus últimos días como gobernador de Sonora, que podrían ser también sus últimos en libertad. Hay que recordar que el mandatario panista enfrenta una investigación federal por recibir sobornos –a través de uno de sus hermanos– de un contratista del Gobierno de Sonora. 

Estos días se ha visto –y se verá– mucho movimiento en los actores de la izquierda mexicana. Mientras en el PRD están enfrascados en el asunto de la sucesión de Carlos Navarrete, sin ponerse de acuerdo siquiera en el momento que nombren al nuevo dirigente, otros están construyendo los andamios de un nuevo movimiento opositor. Hoy se reunirán Cuauhtémoc Cárdenas, el líder histórico de la izquierda, y Alejandro Encinas, senador que renunció a la bancada perredista hace casi un año, para reflexionar sobre el estado del país rumbo al centenario de la Constitución.

Luego de la conclusión del grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso Iguala la respuesta del gobierno fue inmediata. El Presidente de la República dijo que se tomarán en cuenta las apreciaciones del grupo de expertos y la Procuraduría General de la República advirtió de una nueva investigación. Y aunque la información que asegura que los 43 estudiantes no pudieron ser quemados en una hoguera en el municipio de Cocula echa por tierra la primera versión oficial, la respuesta de las autoridades federales le abrió la posibilidad de ser tomada en cuenta.

Para quienes dudaban que es Gustavo Madero quien en realidad llevará las riendas de la bancada del PAN, aquí les va un dato.

Resulta que en esta primera semana de acomodos en San Lázaro, el coordinador -oficial- de los diputados del blanquiazul, Marko Cortés, estrenó coordinador de asesores.

Se trata nada menos que de José Isabel Trejo, diputado de la anterior Legislatura, exsecretario general del PAN y uno de los hombres incondicionales a Gustavo Madero, a quien algunos diputados de la recién estrenada fracción parlamentaria ya le llaman “el rey sin corona”.

El líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, ya se está tomando muy en serio su papel de opositor y da sus resbalones. Ahora resulta que no asistió al Tercer Informe de Gobierno, porque fue un monólogo triunfalista. ¿Y qué quería? Los informes de gobierno tanto del Ejecutivo federal como de gobernadores y presidentes municipales son un monólogo para destacar los logros. ¿Por qué no dijo lo mismo durante los sexenios de su partido? Está bien que se caracterice como opositor pero debería de pensar mejor los argumentos porque de plano con esas declaraciones genera la duda de quién lo asesora.