¡Vaya tema el que sacudió ayer al Palacio Legislativo de San Lázaro hasta sus cimientos!

Resulta que la diputada Carolina Monroy del Mazo, quien también es secretaria general del PRI, pidió la creación de un Código de Ética que, entre otras cosas, establezca la prohibición para vender bebidas alcohólicas en la Cámara de Diputados.

En los pasillos se comenzó a escuchar la indignación de varios diputados que son asiduos consumidores de bebidas espirituosas en los restaurantes y cafés del recinto parlamentario.

¿Qué gobernador llegó muy envalentonado y con unas copas encima con el secretario de Educación, Aurelio Nuño, y le dijo un par de improperios? Ese Mandatario estatal hizo el papelón durante una comida en el Estado de México hace unos días y ahora seguramente debe andar preocupado pues el Secretario ya dio muestras de que no se dobla ni ante los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que ya han puesto en vilo a varias administraciones. A los maestros les avisó que no va a ceder ante los chantajes y que no habrá negociaciones bajo presión.

Ya no se sabe, como dice el conocido refrán, si fue más lo duro o lo tupido, pero algo hizo que el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, saliera a decir públicamente que no hay acuerdo alguno para con el PRI para la sucesión de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aunque entre los propios senadores albiazules se puede confirmar que ese tipo de acuerdos son necesarios para la bancada, el llamado “Joven Maravilla” prefirió deslindarse de una vez de ese tema, aunque pocos se lo crean. Y es que no es cualquier cosa.

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación tiene anunciado un paro nacional para el próximo 12 de octubre, Día de la Raza. Esta protesta, según anunciaron los maestros del vandalismo, tendrá una nueva característica: van a regalar gasolina. ¿Cómo harán esto? No crea usted señor lector que los maestros van a poner lana de su bolsa para alivianar a los ciudadanos, no. Lo que pretenden hacer ese día es tomar por la fuerza gasolinerías y ofrecer a quienes lleguen a esos establecimientos que se sirvan sin pagar.

El dirigente nacional del Partido Acción Nacional instaló ya una aduana para la próxima negociación presupuestal. Todo aquello que un diputado federal quiera gestionar para su distrito tendrá que verse primero en la oficina de Anaya y si de ahí sale aprobado entonces podrá materializarse. De lo contrario, será un sueño guajiro más del legislador. Según la medida, tendría como esencia evitar los tan famosos “moches” que hiciera famosos precisamente la bancada panista en la pasada Legislatura.