Lejos de ofrecer una disculpa por las estruendosas palabras que lanzó en Twitter para ofender al senador Miguel Barbosa, Gustavo Madero se dijo ofendido por las acusaciones que el perredista le lanzó. Sacando lo mejor de su clase y elegancia, Madero defendió que al llamar “pendejo” a Barbosa solo utilizó un “adjetivo coloquial de la Real Academia Española”. Se dice ofendido porque el perredista acusó que fue él quien llevó a los cabilderos que convencieron a los diputados de bajar el impuesto a los refrescos.
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