El líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, inició el año con la espada desenvainada contra sus dos principales adversarios políticos: el PAN y el PRD. En un comunicado dominical arremetió luego de que estas dos fuerzas políticas han ido formalizando sus alianzas para competir en las elecciones de este 2016. El priista llamó coaliciones amorfas a esta extraña unión de políticos de derecha con políticos de izquierda. Pero lo más fuerte fue cuando puso como ejemplo de estas coaliciones al gobierno de Guerrero.

El espíritu de la Navidad invadió los corazones de los aspirantes de los perredistas al Gobierno de Oaxaca. Benjamín Robles, Francisco Martínez Neri y José Antonio Estefan Garfias firmaron ayer un pacto de no agresión para lograr que salga, en las próximas semanas y entre ellos, un candidato único que sea el candidato del sol azteca para la disputa del gobierno oaxaqueño. Esta es una buena jugada por parte del líder nacional perredista, Agustín Basave, quien, conocedor de cómo se las gastan sus huestes, prefirió poner en papel el armisticio.

Difícil situación se vive en Chihuahua luego de que el Gobernador y banquero, César Duarte, lograra colocar a su delfín, Enrique Serrano. Aunque los priistas de esa entidad del norte quieren guardar las apariencias de que la designación se dio en unidad, no pueden ocultar el desconcierto y hasta coraje que a pesar de que el Mandatario estatal no se ha mostrado del todo leal al priismo, se le haya dejado (im) poner al candidato a sucederlo.

No cabe duda que, como dice el dicho, “cada quien ve para su santo”. Prueba de ello fue la carta que enviaron los senadores del PAN, José María Martínez, Ernesto Ruffo y Víctor Hermosillo a los Congresos estatales para pedir que –por favor– no aprueben la reforma política de la Ciudad de México. La petición tiene varios argumentos, pero hay dos que llaman la atención. Dicen que les parece injusto que los mexicanos tengan que pagar por la educación y la salud de los habitantes de la Ciudad de México, pues esos recursos serán proporcionados por la Federación.

Sin prometerlo en campaña, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, tiene cada día más cerca y más cercado al exgobernador, Guillermo Padrés. El empleado del exmandatario panista que fue capturado por las autoridades con una hielera repleta de dinero ya está soltando toda la sopa. Resulta que el colaborador ya dijo que toda la familia está vaciando sus cuentas bancarias desde que supieron que las autoridades estatales y el Servicio de Administración Tributaria andan investigando hasta por debajo de las piedras.