A Gustavo Madero le cayó como bomba el punto de acuerdo que promovió César Domínguez, un diputado del PRI, para pedirle a la PGR que investigue si le dio la candidatura a Lucero Sánchez, la “Chapodiputada”, a cambio de un “moche”. Ayer, Madero anduvo en la Cámara de Diputados en asuntos de la Comisión de Grupos Vulnerables, que preside, y mandó a volar a varios reporteros que le pidieron su posición por la acusación del priista. En un tono muy molesto, se limitó a decir que no daría declaraciones al respecto.

La llegada de José Narro a la Secretaría de Salud provoca más dudas que aciertos. Y es que si el doctor, como le llaman sus allegados, hará las cosas como las hizo en la casa de estudios, pues pronto se verán los cambios. Por los pasillos de los hospitales se podrá vender de todo tal cual pasa en la UNAM. La venta de medicinas pirata puede elevarse y ser un buen negocio para las autoridades de la Secretaría de Salud, como lo fue la venta de mariguana en “las islas” de Ciudad Universitaria. Apenas fue nombrado ayer ante la renuncia de Mercedes Juan. Con el tiempo nos daremos cuenta.

Las fuerzas oscuras de la política (léase, el PRI) en Tabasco, están inquietas porque le quieren arrebatar a como dé lugar la alcaldía de Centro -donde está Villahermosa, ni más ni menos- a Gerardo Gaudiano.

A unos días de haber sido ratificado nuevamente por el PRD para ir por la alcaldía, hay encuestas que lo ponen 30 puntos arriba. ¿Será que es mejor bloquearlo ahora y no cuando compita por la gubernatura?

El sol endeudado

El exlíder nacional del PAN, Gustavo Madero, salió en la defensa del registro de Lucero Sánchez como diputada local en Sinaloa. La defensa de Madero parece más que una protección a la diputada vinculada con “El Chapo” o a los procesos del partido una defensa de él mismo. Según la lógica de Madero, si logras brincarte todos los filtros y después cometes un delito ya no es culpa de nadie. ¿Si no es culpa de nadie por qué ahora su delfín Ricardo Anaya busca con vehemencia el desafuero de la diputada?

Redactar una Constitución en seis meses no es cosa fácil y ese es el periodo en el que tendrá que quedar listo el documento que conformará la próxima Asamblea Constituyente como parte de la Reforma del Distrito Federal. Seis meses para un documento que esperó más de una década. Y a eso habrá que ponerle como grado de dificultad que ni el INE, ni la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y tampoco el Gobierno del Distrito Federal contemplaron presupuesto para estos menesteres. Por eso, el órgano electoral y el GDF tiene contemplados solicitar ampliaciones presupuestales.